El pasado sábado 16 de agosto, falleció Linda Joselinne Páez Ramírez, mujer trans de 25 años, tras seis días hospitalizada por las graves lesiones que sufrió en un ataque de transodio en Tepatitlán de Morelos, Jalisco.
El 10 de agosto, Joselinne fue encontrada en la calle 16 de Septiembre con múltiples golpes. Fue trasladada de emergencia al hospital de Tepatitlán y después al de Zapopan, donde finalmente murió a consecuencia de la violencia ejercida contra ella.
Su transfeminicidio ocurre apenas unos días después del asesinato de la activista Katia Medina, también en Jalisco, lo que refleja un alarmante contexto de violencia sistemática contra las mujeres trans en el estado y en el país.
Colectivos como Disidente LGBTepa+, Mujeres Resistencia y Democracia y Yaaj México exigen que el caso sea reconocido como transfeminicidio, y reiteran la urgencia de aprobar la iniciativa de la diputada Montserrat Pérez Cisneros, que busca tipificar legalmente estos crímenes de odio.
Activistas también señalan la responsabilidad del clima de transodio alimentado por discursos de odio de figuras públicas como Lily Téllez, que legitiman la violencia y ponen en riesgo la vida de las personas trans.
La muerte de Linda Joselinne no puede quedar impune. Su nombre se suma a una dolorosa lista que exige al Estado mexicano acciones urgentes y efectivas para garantizar justicia y seguridad a las personas trans.
