Capítulo 1: Bea y Karen
¿Qué significa ser intersex?. Es la “I” de la sigla LGBTI. “Las personas intersexuales nacen con características sexuales (tales como la anatomía sexual, órganos reproductivos, patrones hormonales y/o cromosomales) que no encajan con los conceptos típicos binarios de cuerpos masculinos y femeninos. Para algunas personas intersex estos rasgos son evidentes al nacer, mientras que para otras surgen más tarde en la vida, a menudo en la pubertad”. La definición es de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), que estima que un 1,7 % de la población mundial nace con características intersexuales. Y explica: “eso hace que ser intersex sea tan común como ser pelirrojo”.
No existe una sola manera de corporalidad intersex, sino más de 40 tipos de intersexualidad o variaciones corporales. Además, una persona intersex puede identificarse como mujer o como hombre, o como ninguno de los dos géneros. También puede ser heterosexual, lesbiana, gay o bisexual.
Bea es una mujer intersex de 30 años, fundadora de Perú Intersex, la única ONG en Perú que trabaja desde 2020 por los derechos de esta comunidad. Mientras revisa los chats de apoyo de la organización, recuerda la angustia de las madres que no saben qué hacer porque el cuerpo de sus hijes es diferente al de otras infancias. Bea conoce esa tristeza. Sabe de la profundidad de ese dolor y el de quienes fueron sometides a cirugías mutilantes en sus genitales con el objetivo de “corregir” sus cuerpos para que encajen dentro de los conceptos binarios de cuerpo femenino o masculino. Ella creció en una familia muy pobre en el distrito limeño Villa El Salvador y logró orientar su camino hacia el activismo. En cada una de las historias que escucha, revive la suya propia.
Bea nació con Hiperplasia Suprarrenal Congénita (HSC). Esto causa, entre otras cosas, que el nivel de testosterona aumente. “El aumento en el nivel de testosterona en las personas con HSC y cromosomas XX puede causar que la persona nazca con variaciones en las formas genitales o genitales “ambiguos”, lo que puede incluir un clítoris más grande de lo considerado “aceptable para una mujer” y/o tener un conducto común en donde desemboca la uretra y la vagina”, explican en la página de Brújula Intersexual, ONG mexicana fundada en 2013 que trabaja con personas, activistas y comunidades intersexuales en México, América Latina y España.
“Mi madre decidió que no se haga una cirugía en mis genitales. Creo que su decisión estuvo basada en su propia vivencia, al ser una persona con discapacidad. A las personas con discapacidad suelen también querer intervenirlas y los resultados muchas veces son pésimos.
Por eso cuando los médicos se lo propusieron decidió alejarse del centro médico. Esto impidió que me mutilaran, pero a la vez impidió que haga uso del derecho a la salud como cualquier otre niñe, ya que las intenciones de intervenirme quirúrgicamente eran muy persistentes”, comparte.
La madre de Bea no sabía cómo acompañar la vivencia de su hija. Bea tampoco supo por qué su cuerpo era distinto hasta los 23 años, durante un viaje a Argentina para realizar sus estudios universitarios. Durante su adolescencia, a diferencia de sus amigas, no le crecían los senos, no le venía la menstruación y tenía más vello corporal que el considerado “normal” para una mujer. “Yo crecí con miedo. Cubriéndome lo más que podía en el colegio. Exponiéndome al peligro de transitar por calles solitarias para no tener que recibir maltratos. Yo pensaba que tenía algo malo. Creía que mi cuerpo estaba enfermo. Me odiaba. Esto le puede ocurrir a cualquier infancia y adolescencia intersex si no tiene una guía amable que abrace su diversidad corporal y que valide su existencia”, explica.
Desde hace poco más de cinco años, Bea, junto con Warmy XY, y con el apoyo de compañeres intersex de México y Argentina, vienen trabajando en Perú Intersex, un espacio que ha logrado ser un lugar de escucha, apoyo y contención para las personas intersexuales en Perú. Desde el 2023 esta ONG organiza espacios de bienestar presenciales para que las personas intersex puedan contar con un lugar donde sentirse seguras y libres de ser juzgadas. También hay espacios para las infancias intersex y sus madres, quienes comparten experiencias, dudas, emociones y a veces catarsis. “Que las personas logren compartir sus vivencias en estos espacios es un proceso muy lento, porque es algo doloroso y muchas veces confuso. La intersexualidad está muy invisibilizada en Perú”.
Bea lee los chats y piensa en la desesperación de Karen*, una niña intersex de siete años, y la de su madre, quien escribió a Perú Intersex porque su hija presentaba “mucha incomodidad” en su zona genital. Ellas viven en una región norteña, para que pudieran atenderla en un hospital público de Lima debían esperar meses, por eso pidieron ayuda urgente a la organización fundada por Bea.
La historia de Karen
Karen, como Bea, nació con Hiperplasia Suprarrenal Congénita (HSC). En 2020, cuando tenía dos años, la intervinieron quirúrgicamente en un hospital público de Lima. Los médicos consideraban que Karen tenía el clítoris más grande que el promedio a su edad. Sin consentimiento, le hicieron una clitoroplastia, es decir recortaron el clítoris para “mejorar” su apariencia. También le realizaron una vaginoplastia con el objetivo de crear un canal vaginal que pueda permitir la penetración. Es decir, formaron un orificio vaginal donde no lo había o donde había un orificio más pequeño del promedio. “Ambas son cirugías innecesarias, irreversibles, invasivas y que producen muchos daños a la salud física y mental cuando se realizan en las infancias”, indica a Agencia Presentes Marina Elichiry, médica argentina aliada del movimiento intersex, experta en Género y Sexualidades.
A consecuencia de la intervención, Karen no pudo caminar bien ni hacer sus actividades diarias con normalidad. Al conocer su historia, Perú Intersex coordinó una cita virtual de emergencia con el médico mexicano Carlos Narváez Pichardo- especialista en medicina interna y asesor de Brújula Intersexual- El médico brindó orientación para amortiguar el dolor y ardor en la zona donde la intervinieron años atrás.
“Este sistema médico enferma cuerpos que antes de esas cirugías mutilantes eran completamente sanos”, dice Bea a Presentes.
Lo que le hicieron a Karen se llama Mutilación Genital Intersex y viene sido denunciado por la comunidad intersexual internacional desde hace años ante organismos de derechos humanos de distintas partes del mundo.
“Las prácticas de Mutilación Genital Intersex incluyen cirugías genitales cosméticas no consentidas, médicamente innecesarias, irreversibles y otros procedimientos médicos nocivos basados en el prejuicio, que no serían considerados para infancias “normales”, además de que no existe evidencia del beneficio que tienen para las infancias afectadas, y se fundamentan en creencias y normas sociales y culturales. Las formas típicas de MGI incluyen la “masculinización” y “feminización” de las características sexuales, cirugía genital “correctiva”, procedimientos de esterilización, imposición de hormonas, revisiones genitales forzadas, dilataciones vaginales, exposición médica, experimentación humana y la negativa para proporcionar atención médica necesaria”, definen cuatro ONGs intersex: Brújula Intersexual; Vivir; y Ser Intersex y StopIGM.org / Zwischengeschlecht.org
“¿Cómo es posible que a una infancia le tengan que cortar el clítoris porque creen que es muy grande? ¿Qué derecho tienen? Algunas personas cuando leen mutilación creen que es algo que sucede solo en África. La Mutilación Genital Intersex sucede en los hospitales de Perú y de manera legal ¿Por qué sucede esto si es claro que internacionalmente es considerado una tortura?”, cuestiona la fundadora de Perú Intersex, Bea.
*Karen es un seudónimo utilizado por medidas de privacidad y seguridad.
Capítulo 2: La guía de 2015
Perú, a contracorriente de los esfuerzos de otros países para erradicar las mutilaciones, cuenta con una guía donde las recomienda. Se trata de la Guía de Práctica Clínica de “Diagnóstico y Tratamiento de las Anomalías de Diferenciación Sexual”, perteneciente al Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN)– entidad adscrita al Ministerio de Salud– y aprobada mediante Resolución Directoral el año 2015.
Protocolo médico del Estado Peruano (2015) que legitima las denominadas Mutilaciones Genitales Intersex en las infancias.
“Esta guía clínica peruana es la prueba irrefutable de cómo nos ven y cómo buscan “curarnos” cortando nuestro cuerpo. Es la prueba de la tortura que cometen los médicos con muchas infancias intersexuales en Perú”, afirma a Presentes Bea.
Les activistas intersex entrevistades y especialistas aseguran que este protocolo médico que sigue vigente en Perú, basado en un consenso del 2006, está fomentando la Mutilación Genital Intersex. Algunes exigen su inmediata anulación, y otres su actualización enfatizando la prohibición de la Mutilación Genital Intersex y el consentimiento previo, pleno, libre e informado de les pacientes intersex.
“Cuando uno es medique, tiene su propia conciencia y la obligación de dirimir mediante tus conocimientos y tus ideas si algo está bien o está mal, más allá de lo que te indiquen. Pero la verdad, si la guía de Perú dice esto, el cirujano en algún punto está haciendo lo que el Estado peruano le dice”, explica la médica Elichiry, alertando sobre el peligro de que esta guía médica siga utilizándose hasta ahora.
“Desde la página 1 hasta la 20 se promueve la Mutilación Genital Intersex. Es horroroso leer cómo se patologiza un cuerpo con una variación natural. Cómo se interviene de una manera tan atroz a un menor de edad”, asevera a Presentes el director del Comité Intersex de la Asociación Internacional de Lesbianas Gays Bisexuales Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGALAC), Ale López Bemsch, y fundador de Argentina Intersex.
Brenda Álvarez es abogada de Proyecta Igualdad. En su tesis de maestría de la Pontificia Universidad Católica del Perú, “La inconstitucionalidad de las intervenciones de reasignación sexual en infantes intersex no consentidas” (agosto 2020), expone, entre varios asuntos, la guía en mención. Advierte que este protocolo médico “promueve intervenciones quirúrgicas de reasignación sexual en niñes intersex sin garantizar su consentimiento informado, lo cual vulnera principios y derechos constitucionales fundamentales. Estas prácticas contravienen el derecho al libre desarrollo de la personalidad, pues imponen una identidad sexual sin que la persona pueda autodeterminarla. Además, se afectan los derechos a la integridad física y psíquica al permitir procedimientos irreversibles que no responden a una urgencia médica, sino a criterios de normalización corporal basados en expectativas sociales binarias”, afirma a Presentes.
Les activistas intersex consultades y especialistas cuestionan enteramente la Guía de Práctica Clínica de “Diagnóstico y Tratamiento de las Anomalías de Diferenciación Sexual”, perteneciente al Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN)– pero en particular las páginas 15, 16 y 17, donde se exponen los procedimientos terapéuticos recomendados. Se dividen en tres partes: tratamiento médico, tratamiento psicológico y tratamiento quirúrgico. Aquí se recomienda realizar la genitoplastia a las infancias intersex, es decir, realizar cirugías plásticas en los genitales.
Les activistas denuncian que así se está promoviendo la realización de vaginoplastia, clitoroplastia y faloplastía – tres formas de genitoplastia- en las infancias intersex.
Elichiry detalla que las complicaciones más frecuentes de la vaginoplastia son “las cicatrices, la estenosis (que es el cierre de la nueva vagina creada) muy frecuente si no se dilata lo suficiente, el dolor crónico o dolor con la penetración (dispareunia), la pérdida de sensación en la vagina (hipoestesia o anestesia), las fistulas, la insatisfacción con los resultados estéticos, la incontinencia urinaria, el trauma psicológico por la intervención no consentida seguida de dilataciones vaginales que en niñes son realizadas sistemáticamente por la familia y equipo médico”.
Elles afirman que además para los diversos procedimientos médicos no se está tomando en cuenta el consentimiento previo, pleno, libre e informado del paciente, sino que se centra en el de sus padres. “No es el cuerpo de los padres. Es el cuerpo de la persona. La persona tiene derecho a decidir qué es lo que quiere hacer con su cuerpo cuando tenga la edad suficiente para ello. Cuando sea lo suficientemente consciente de las consecuencias de esos procedimientos. Cada persona tiene derecho a la autonomía en sus decisiones y a la integridad. Eso es lo que ha estado en el centro del movimiento intersex todo este tiempo”, afirma Frida Flores, mujer intersexual y activista de Brújula Intersexual.
Dice el documento: “La genitoplastia debe realizarse solo cuando se tiene el diagnóstico preciso del tipo de ADS (anomalía de diferenciación sexual) y se ha asignado un género considerando el resultado sexual que se obtendrá en la etapa post puberal. De no tener la certeza suficiente, se debe posponer la genitoplastia hasta tenerla, pues esta incluye procedimientos irreversibles como la reducción del falo y la castración en pacientes criados como mujeres y en la resección de tejidos útero-vaginales en pacientes criados como varones…”.
La médica Elichiry remarca a Presentes que, en este párrafo, el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) está recomendando hacer una genitoplastia (cirugía plástica de los genitales) cuando se sepa con certeza el tipo de intersexualidad o variación corporal que tiene la infancia. Algo que asegura es totalmente innecesario y lo califica como “una aberración a la niñez”. Además, subraya que el mismo INSN “está dejando en evidencia que estas cirugías genitales son irreversibles y producen muchos daños”.
La clitoroplastia “suele seguirse de pérdida de la sensación, dolor crónico, incapacidad de tener un orgasmo por daño de los nervios sensitivos”, sostiene Elichiry. Y explica que la faloplastía es la “creación” de un falo o pene, y que “es muy dificultoso técnicamente, por eso en casos donde el falo es muy pequeño se suele decidir asignar el sexo femenino”.
Vaginoplastías y abuso sexual
Frida Flores, mujer intersex y activista de la ONG Brújula Intersexual, advierte el peligro de realizar una vaginoplastia a las infancias, pues luego tienen que ser sometidas a dilataciones vaginales para mantener abierto el orificio creado artificialmente. “Les introducen tubos en el orificio creado con cierta frecuencia para mantenerlo abierto. Eso es abuso sexual. Evidentemente todo esto genera traumas”, sostiene.
La médica Marina Elichiry afirma que es una aberración que se realicen vaginoplastias en las infancias, cuando la vagina no tiene ningún tipo de uso.
Dice el mismo párrafo del documento: “…En general, se debe dar más importancia a la funcionalidad que a la estética y se debe contar con cirujanos con experiencia en este tipo de cirugías…”.
Elichiry y Flores explican que cuando se utiliza la palabra “funcionalidades” en este tipo de guías clínicas, se está pensando en la posibilidad de penetrar para los varones y de que las mujeres sean penetradas. “Están pensando las funciones de los órganos genitales en términos sumamente heterosexistas, cissexistas y conservadores”, dice Elichiry.
Flores subraya que hay múltiples formas de ejercer la sexualidad. Además de que ni siquiera se sabe si esa infancia intersex se interesará en un futuro en ese tipo de práctica sexual.
Elichiry, por su parte, cuestiona además la recomendación de que prevalezca la funcionalidad sobre la estética. “¿Quiénes son ellos para decidir si es más importante la funcionalidad que la estética, o viceversa, en los genitales de una persona? No es su cuerpo”, dice. Revela que los pocos estudios serios que revisan la funcionalidad y la estética de estas cirugías concluyen que los resultados son pésimos.
La médica cita un ejemplo a Presentes, una reciente investigación del año 2024, Perspectives on conducting «sex-normalising» intersex surgeries conducted in infancy: A systematic review, donde participan personas de distintos departamentos de la Organización Mundial de Salud (OMS), que hace una revisión utilizando una metodología rigurosa sobre estas cirugías en las infancias intersex para determinar si hay beneficios o no. “El resultado es que no hay evidencia a favor y que estas intervenciones en los genitales son un desastre”, dice.
Las pruebas a la vista
Kimberly Zieselman, mujer intersex y Asesora Senior de Derechos Intersex Globales de la ONG Outright International, afirma que llama su atención que esta guía clínica exponga algunas de las consecuencias nefastas de estas cirugías y admita que pueden causar daños irreversibles. Por ejemplo, esterilización, daño a los nervios en los genitales, esguince, disminución de la sensibilidad genital, más cirugías “correctivas” a lo largo de la vida, entre otros. “Este documento es una prueba. Una prueba del daño que causan estas cirugías”. Por lo general este tipo de protocolos médicos no admiten daños. Desearía que tuviéramos algo así en los Estados Unidos, porque podríamos decir: ´Miren, ustedes, desde el sistema médico público, desde un documento oficial del Gobierno, están admitiendo los terribles daños´.
Zieselman no cree que haya existido la intención de generar daño a los pacientes cuando se hizo esta guía, pero afirma que hay una muy grave negligencia por parte del Estado Peruano al no haberla actualizado en diez años.
Organizaciones intersex que vienen recibiendo denuncias y documentando evidencias –Brújula Intersexual, Vivir y Ser Intersex y StopIGM.org / Zwischengeschlecht.org– coinciden que las prácticas de Mutilación Genital Intersex incluyen cirugías genitales cosméticas no consentidas, médicamente innecesarias, irreversibles y otros procedimientos médicos nocivos basados en el prejuicio, que no serían considerados para infancias “normales”. Además de que no existe evidencia del beneficio que tienen para las infancias afectadas, y se fundamentan en creencias y normas sociales y culturales.
Capítulo 3: La guía de 2020
Mishel, madre de Vico, recuerda el día en que su hija le preguntó por primera vez, a los cinco años, por qué su vagina era diferente a la de otras niñas. Le respondió que Dios también había mandado al mundo a niños y niñas especiales con una estrella, como ella. Vico aceptó muy bien la explicación. Sus vivencias como madre de una niña intersex, que nació con Hiperplasia Suprarrenal Congénita (HSC), son compartidas en la web de Perú Intersex.
Relata que ser su madre no le da ningún derecho a tomar decisiones tan sensibles sobre el cuerpo de su hija. Cree firmemente que Vico no tiene ningún problema y que, de haber aceptado la presiones y amenazas de los médicos para realizar las cirugías, hubiera condenado a su pequeña a una mutilación. “Un genetista del Hospital de Niño de Lima me dijo que tenía que operar a Vico de manera obligatoria, y cuando yo me negué su respuesta fue: ´Entonces toma fotos de su historia clínica y ve a buscar otro lugar para que la atiendan”.
El Ministerio de Salud peruano indica realizar “correcciones quirúrgicas” estéticas y no consentidas en los genitales de las infancias intersex.
Vico, hoy de ocho años, tuvo la fortuna de que su madre se mantuviera firme en su decisión de no intervenir sus genitales, ante el acoso del sistema médico peruano. Lamentablemente, no muchas infancias corren esa suerte. Muchos médicos recomiendan estas cirugías y sus padres aceptan pensando en que será lo mejor para sus hijes. Tal como fue el caso de Karen – su historia fue contada en el primer capítulo de esta investigación- la niña con hiperplasia suprarrenal congénita (HSC) sometida a una vaginoplastia y clitoroplastia a los dos años.
Desde 2020 en Perú existe un protocolo específico para esto: “Guía técnica: diagnóstico y tratamiento de la hiperplasia suprarrenal congénita”, perteneciente al Instituto Nacional de Salud del Niño de Perú (INSN)- entidad adscrita al Ministerio de Salud– y aprobada por Resolución Directoral. Este documento sugiere a los médicos hacer una “corrección quirúrgica” en los genitales de las infancias intersex con HSC, lo cual ha sido calificado por les activistas intersex entrevistades y especialistas como otra evidencia de que la Mutilación Genital Intersex está siendo promovida por el Estado Peruano. Además, esta guía que es casi seis años más actual que la anterior, en ningún momento señala las repercusiones en la salud física y mental que ocasionan estas cirugías en les infantes intersex.
Protocolo médico del Estado Peruano (2020) que legitima las denominadas Mutilaciones Genitales Intersex en las infancias.
Existen más de 40 variaciones intersex, siendo la HSC una de las comunes. Marina Elichiry explica que la HSC puede ser no perdedora de sal, la cual es la más frecuente y no representa ningún peligro para la salud, y la perdedora de sal (“se da cuando además de la falta de cortisol, también existe baja producción de una hormona llamada aldosterona, la cual sirve para mantener un nivel adecuado de sodio y de potasio en el cuerpo”) la cual sí representa un riesgo en la vida de la persona y por ello necesita de tratamiento médico, pero de ninguna manera cirugías en los genitales.
En el apartado médicas terapéuticas de esta guía médica (pág. 8) dice: “En el caso de pacientes de sexo femenino, que presentan sexo ambiguo, requieren corrección quirúrgica, la cual se hace en tiempos y por un urólogo pediatra con experiencia”.
“Si recomienda correcciones quirúrgicas, se trata de Mutilación Genital Intersexual. Esto parece una prueba concreta de que se promueven estas violaciones de los derechos humanos en Perú. La Hiperplasia Suprarrenal Congénita (HSC) es una de las afecciones intersexuales más comunes y existe una indignación mundial por las cirugías que se realizan al falo (generalmente el clítoris) de los bebés y los niños pequeños”, afirma Kimberly Zieselman.
“Al indicarse que se requieren correcciones quirúrgicas, se está incitando y se está sugiriendo realizar procedimientos de Mutilación Genital Intersexual. Una persona puede tener variaciones a nivel genital durante toda su vida y no por eso quiere decir que está enferma. No por eso se va a morir. No le va a pasar absolutamente nada. Es importante recordar las repercusiones que esas cirugías tienen en la salud física y mental de las personas”, dice Frida Flores, y enfatiza que en la ONG Brújula Intersexual cuentan con distintos grupos de apoyo para personas intersex y el más numeroso está dirigido a personas con HSC, conformado principalmente por mujeres. “Tiene más de 800 integrantes. Hemos escuchado los testimonios de todas esas personas y tenemos conocimiento de las repercusiones”, anota.
Flores hace hincapié en que la indicación “requieren corrección quirúrgica la cual se hace en tiempos…”, significa que la mayoría de las veces les infancias intervenidas son sometidas a más de una cirugía. Comenta que hay personas que pasan por más de diez cirugías, lo cual hace que vivan prácticamente toda su infancia y adolescencia en hospitales.
“Esta Guía del 2020 es aún más compleja que la del 2015. En ella, no se establecen con claridad las contraindicaciones del procedimiento, ni se presenta un protocolo que facilite la determinación y toma de decisiones al respecto. En este sentido, este nuevo protocolo médico ofrece menos garantías que el anterior y reincide en no garantizar los derechos de las infancias intersex”, sostiene la abogada Brenda Álvarez.
“Urge establecer protocolos médicos enfocados en derechos humanos y una legislación que haga respetar la integridad de las personas intersexuales”, exige Warmy XY, mujer intersexual y activista en Perú Intersex.
Capítulo 4: Condena internacional a la tortura
Desde 2013 hasta la actualidad varios organismos de la ONU han condenado la Mutilación Genital Intersex, incluso calificándola como formas de tortura. En el 2016, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió el fin de la MGI e instó a todos los países a prohibir estas prácticas. “Los Estados deben investigar las violaciones de derechos humanos en contra de personas intersex, deben responsabilizar a las personas halladas culpables de perpetrar tales violaciones, y también proporcionar reparaciones e indemnización a las personas intersex sometidas a abusos”, afirma.
En tanto, en el 2015 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) calificó estas prácticas como violencia médica y recomendó a los Estados Miembros de la OEA hacer las modificaciones necesarias en materia legislativa y de política pública para prohibir procedimientos médicos innecesarios a personas intersex, cuando son realizadas sin el consentimiento previo, libre e informado de la persona intersex.
Alrededor del mundo existen cientos de denuncias de personas intersex que han padecido las Mutilaciones Genitales Intersex a manos del sistema médico. Sus testimonios están en libros, medios de comunicación, organizaciones intersex. Como resultado de la defensa liderada por la comunidad intersexual, estas prácticas innecesarias, dañinas y no consentidas ya han sido prohibidas en Grecia, Malta, España, Alemania, Islandia y Portugal. En estos últimos tres países les activistas intersex reclaman que el contenido de la ley es aún insuficiente.
En tanto, dentro de la región, en Chile, el Ministerio de Salud emitió la Circular No. 15, “Medidas Necesarias para Garantizar el Interés Superior de Niños y Adolescentes con Variaciones en las Características Sexuales”, advirtiendo que no se deben realizar estas cirugías.
De igual modo, en México, se cuenta con la “Guía de recomendaciones para la Atención de Intersexualidad y Variación en la Diferenciación Sexual”, realizada por Brújula Intersex y publicada por la Secretaría de Salud del Gobierno. Si bien ambos documentos no tienen carácter obligatorio, representan un gran avance para la comunidad intersexual pues educa al sistema médico sobre la salud y los derechos de las infancias intersex.
En Argentina existe el “Proyecto de Ley sobre la Protección Integral de las Características Sexuales”, impulsado por la ONG Justicia Intersex, el cual incluso exige reparación para las víctimas por las múltiples secuelas ocasionadas. Desafortunadamente, en Perú no ha existido ni un solo intento legal para prohibir la Mutilación Genital Intersex en infantes.
“Las guías peruanas se apartan de estándares internacionales de derechos humanos que reconocen que la autonomía progresiva de les niñes debe respetarse y que las intervenciones de este tipo deben ser postergadas hasta que la persona pueda participar plenamente en la decisión. Instrumentalizan el principio del interés superior del niño para justificar prácticas invasivas sin sustento médico urgente ni participación de comités de bioética con enfoque de derechos humanos. Su aplicación representa una amenaza a la dignidad humana y debe ser derogada o reformulada en consonancia con los estándares constitucionales y los tratados internacionales ratificados por el Perú”, sostiene la abogada Brenda Álvarez.
“Es muy grave que todavía tengamos que leer este tipo de protocolos médicos sabiendo que son menores de edad los que se intervienen. Son menores de edad a los que se le da anestesia, a los que se les abre, a los que se les corta, a los que se les crean vaginas, a los que se les introducen dildos para esa cavidad vaginal. Esto es inhumano. Es tortura”, afirma el director del Comité Intersex ILGALAC y fundador de Argentina Intersex, Ale López Bemsch.
Al respecto, el anexo intersex del II Estudio de Salud Mental LGBTIQ+ de la ONG peruana Más Igualdad revela serios problemas en la salud mental de las personas intersexuales. Las cifras son alarmantes y mucho más grandes que el resto de la comunidad LGTBQ+ en lo referente a trastornos depresivos (100% de les encuestades) y trastorno de tipo ansioso (63%). En índices de ideación suicida (32%) y autolesiones (23%) las cifras también son dispares con el resto de la comunidad. “Hay mucha invisibilidad sobre la intersexualidad y eso genera también estos problemas de salud mental. Es un tema del que no se habla. Por ejemplo, para otros temas LGBT, por lo menos se han presentado proyectos de ley, hay una agenda trabajada, hay una comunidad establecida. Es muy necesario que las personas intersex sientan que no están solas”, afirma Alex Hernández, activista de Más Igualdad y una de las investigadoras del citado estudio.
Nada que corregir
“Yo no fui operada gracias a la sabia decisión de mi madre. No atravesé ninguna intervención quirúrgica en mis genitales y actualmente vivo tranquila. Sin ningún dolor. Sin ninguna incomodidad. Y puedo desarrollarme en el ámbito sexual tranquilamente”, remarca Bea.
Esta luchadora social actualmente cursa la carrera de sociología en la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el firme propósito de fortalecer su ONG Brújula Intersexual, y contribuir al estudio de la intersexualidad en Perú y América Latina. “Yo quiero que se reconozca la intersexualidad como una vivencia de personas que existen aquí y ahora, y que van a seguir existiendo. Que son personas como cualquier otra, que estudian, que quieren salir adelante, que quieren trabajar, que desean relacionarse, y que merecen una vida plena y feliz”, comparte, y deja un mensaje para los médicos que lean este artículo: “Abran un espacio para conocer nuestras vivencias de manera amable y respetuosa. Escúchennos y creemos una alianza para proteger a las infancias intersex y que puedan tener un mañana mejor”.
Bea
Bea, mujer intersex de 29 años, fundadora de Perú Intersex
Y un mensaje para las personas intersex: “Quiero decirles que son personas hermosas y que su cuerpo es válido tal cual es. Nacer con esta diversidad corporal es maravilloso. Súmense a nuestra comunidad para acompañarnos y apoyarnos mutuamente”.
Presentes solicitó un descargo al Instituto Nacional de Salud del Niño, pero no obtuvo ninguna respuesta.