Una semana después, el 1 de abril, se descubre el cadáver de Dayana Kenia, de 24 años, atada de pies y manos en el baño de un bar de su propiedad, en Villa Primero de Mayo. El hecho de que ambos crímenes se hayan producido casi en la misma semana y en la misma zona, ha puesto en alerta a las asociaciones LGTB, abriendo el debate sobre la homofobia en el país andino.
Juan Carlos Ramos, de las Fuerzas Especiales de Lucha Contra el Crimen, sospecha que el móvil del asesinato de Dayana pudo haber sido el dinero, pero el hecho de que su agresor haya sido su propia pareja, Alex F.V.B., con quien había iniciado una relación sentimental sólo 2 meses antes, lleva al Colectivo LGBT a solicitar el procesamiento del caso como feminicidio, que tiene penas más duras. Sin embargo, la fiscalía sólo imputa al sospechoso el crimen de asesinato, debido a que, aunque había completado su proceso de transición desde hacía 6 años, en su identificación seguía constando con el nombre de José María Zarate Bustamente.
El sospechoso del crimen era detenido en Morate, portando el arma homicida y con sangre de la víctima en su ropa, por lo que era puesto inmediatamente a disposición judicial. Se sospecha que tenía una cómpilce, Graciela Salazar, oculta con él en el mismo domicilio y con quien pensaba huir en próximos días. Una de las vecinas de Dayana ha declarado que el sospechoso tenía un carácter violento y que el día del crimen, ella mima había anticipado el fatal desenlace.
El director de la Asociación Civil de Desarrollo Social y Promoción Cultural “Libertad”, Alberto Moscoso, ha explicado que a estos tipos de asesinatos se los podría denominar crímenes por odio a los homosexuales. Según explica Víctor Hugo Vidangos, vicepresidente del Colectivo LGBT de Santa Cruz, 55 homosexuales han sido asesinados en Bolivia, siendo crímenes por odio en su mayor parte. Debido a que la Constitución boliviana sólo reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer, Colectivo LGBT considera que los homosexuales quedan al margen de muchos derechos que tienen los matrimonios de parejas de distinto sexo, por lo que proponen legalizar el matrimonio igualitario, una propuesta que ha sido rechazada tanto por la Asamblea Legislativa como por la Iglesia Católica.
La Conferencia Episcopal de Bolivia ha dicho que sólo reconoce el matrimonio heterosexual, rechazando la sugerencia del Defensor del Pueblo sobre la creación de una figura análoga para parejas del mismo sexo. El partido del presidente Evo Morales, Movimiento al Socialismo, no se ha cerrado a estas propuestas y sugerencias, pero tampoco les ha proporcionado prioridad. Sólo alrededor de 12 transexuales han logrado, tras largos y costosos juicios, cambiar su género en la cédula de identidad, pero cerca de mil esperan todavía una reforma legal que les permita realizar este trámite de una manera rápida, sencilla y gratuita.