Es una comedia boliviana dirigida por Denisse Arancibia Flores, trata sobre el orgasmo, un tema que en nuestro país y en muchos otros todavía es considerado tabú, a tal extremo que en varias culturas se continúa practicando la ablación del clítoris en las mujeres para que no sientan placer.
Esta cinta que ya tuvo su premier mundial en abril de este año, en el Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), en Buenos Aires, Argentina, se estrenará en Bolivia el 21 de septiembre. “Ya es hora de empezar a entender que sentir orgasmos es tan natural como comer o caminar. La película no sataniza ni santifica el orgasmo; toca el tema de la forma más natural, orgánica y hasta graciosa posible. Es tan solo el pretexto, la metáfora de la búsqueda de los personajes principales para encontrar la felicidad en sus vidas”, comenta a ECOS Denisse Arancibia.
Se trata de una comedia que rompe estereotipos. Refleja la historia de Carmen, una mujer de 35 años, que pesa más de 100 kilos y que nunca ha tenido un orgasmo. Está enamorada de su vecino Álvaro, voz principal de un mediocre grupo de rock que tiene como novia a una delgada princesa de belleza. Carmen vive con su hermano Honorio, de 55 kilos, escogido “Miss Trans” varias veces, quien sueña con operarse y cambiar de sexo.
Ambos viven en la casa de su abuela Carmen, una narcoléptica de 50 años que se niega a creer que Honorio no sea hombre y detesta que Carmen sea gorda, por lo que le paga costosos y poco efectivos tratamientos adelgazantes. La nieta intentará complacer a su abuela bajando de peso además de combatir la maldición familiar y lograr por fin sentir un orgasmo.
La crítica especializada catalogó a la película boliviana como de “humor inteligente”, “maravillosa”, “cruda”, “ácida” y hasta una “comedia incorrecta”.
“Con esta historia de ficción pretendo compartir personajes que espero sean cercanos al público y generen emociones, con los que la audiencia pueda identificarse. La intención es que a través de estos personajes podamos plantear algunas temáticas que para mí son importantes de hablar hoy en día en Bolivia: como la opción de género, el placer sexual como derecho y la `fisicalidad´ de la mujer”, explica Arancibia.
Sostiene que colocó ese nombre al filme porque la historia y los personajes así lo demandaron. Le gustó la idea de apropiarse del “insulto” hacerse cargo de él y darle la vuelta. “Creo que el tono de la película, la estética de los personajes, la comedia y la experimentación musical combinan con el título que es difícil sacarlo de la cabeza, de alguna manera genera curiosidad en el público”.
Tardo siete años
La película se gestó desde el 2010 y tardó siete años en llegar a la pantalla grande. “La idea en principio tuvo que ver con una necesidad de replantear la imagen de las mujeres en la pantalla; olvidarnos de las mujeres perfectas y poner mujeres gordas, con estrías, con arrugas, con defectos y por qué no con barba”, declara Arancibia.
Con este filme Arancibia apuesta por la comedia, un género no muy frecuente en el cine boliviano pero, además, rompe con algunos estereotipos que habitualmente presentan las grandes producciones. “En la comedia por lo general se estereotipa mucho al homosexual, se lo muestra como una persona sumamente amanerada que suele ser el ‘gracioso’ del grupo y nada más. Lo que se buscó al incluir el personaje trans de Honorio (Bernardo Arancibia Flores), quien se hace llamar Karmen en la película, fue romper con esa imagen y así crear un personaje multidimensional, femenino pero alejado del estereotipo con sus propios conflictos y temores”.
Para Victoria Guerrero, productora de la película, al igual que el personaje de Karmen, hay otros inmersos en la cinta que rompen con ese ideal de gente que se muestra habitualmente en el cine o la televisión. “Muchas veces en el cine no se habla de los hombres que no logran el éxito como machos y que también son discriminados. Luis, por ejemplo, es un personaje que muestra eso, que los hombres también son discriminados en sus propios círculos porque no son cancheros”.
De igual forma sucede con Carmen, la protagonista de la película, que es interpretada por la misma Arancibia. “Mi participación en la película se definió a medio camino. No encontrábamos actrices bolivianas y gordas porque no es común. Las actrices cuidan mucho su estado físico por su trabajo y cuando encontrábamos mujeres gordas no se animaban la filmar las escenas de semi desnudos. Entre chiste y chiste Victoria me dijo haz tú el papel. Luego a mi me entusiasmó la idea”, cuenta Arancibia.
Estos personajes junto con el de la abuela Carmen (Marta Monzón), Álvaro (Fernando Barbosa) y Francisca (Scarlet Bolívar), que completan el reparto, dan vida a una comedia kitsch y hasta irreverente. “Es una película un poco histérica que toma como referente el cine de Pedro Almodóvar, John Cameron Mitchell e incluso John Waters”, explica la directora. De ahí que se tiene una película colorida y con un riguroso trabajo de arte y vestuario La música es otro personaje esencial presente a lo largo de la historia. Para ello, la directora recurrió a los clásicos del rock argentino que son los que le dan forma a cada una de las escenas.
Denisse Arancibia Flores
Interpreta a Carmen, boliviana, de 35 años. Directora de teatro, guionista y actriz del largometraje “Las Malcogidas”, una producción de NAIRACINE. Proyecto ganador del Bolivia Lab 2010 y del primer foro de coproducción del Festival de Cine de San Sebastián, España. También es directora y guionista de los cortos “Femele Condoms are Freedom” y “Usted me obligó a hacerlo” de Javier Soria. Actriz del elenco “Escena 163”, bajo la dirección de Eduardo Calla, “Buenas Influencias” y “Bonitos Cadáveres”, entre otros. Participó en diversas versiones del festival FITAZ; festival internacional de teatro de Santa Cruz APAC y otros festivales internacionales en Chile, Colombia y Cuba. También es autora de la obra “Amor” estrenada en Argentina, bajo la dirección de Ana Woolf.
Bernardo Arancibia Flores
Interpreta a Honorio, actor de cine y televisión desde 1997, con papeles protagónicos en las películas “Casting” (Bolivia), “Tercer Mundo” (Chile) y “De qué color es el Cielo” (Corto boliviano). Participó en la película “También la Lluvia” (España) y en las teleseries bolivianas “El Sartenazo” y “Tres de Nosotr@s”. Integrante del Teatro Grito desde 1998, participó en festivales y encuentros en Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador y Perú. Ganador del Premio Plurinacional “Eduardo Abaroa” 2016 como Mejor Actor y Mención a Mejor Actor en IV Concurso Municipal de Teatro “Raúl Salmón de la Barra” (2010).
Marta Monzón
Interpreta a la abuela Carmen. Nació en Córdoba, Argentina, radica en Bolivia desde 1990. Es directora, profesora, actriz especializada en actuación, dramaturgia, productora teatral y gestora cultural, con 41 años de experiencia ininterrumpida en teatro. Se formó en Argentina, Bolivia y España. Participó como actriz en 40 puestas en escena, dirigió 33 obras, coordinó 29 talleres, cursos y seminarios de formación teatral con niños, jóvenes y adultos. Fue invitada a 24 Festivales Nacionales e Internacionales de teatro en Bolivia, Argentina, Brasil, Chile, España y Francia.
Fernando Barbosa
Interpreta a Álvaro. Comenzó su carrera actoral a los 10 años en el Teatro Hecho a Mano, de Cochabamba, bajo la dirección de Bernardo Franck. Formó parte de la Escuela de Artes Escénicas de Montreal y luego continuó su formación actoral en el Estudio William Esper en Nueva York. Realizó obras teatrales en Canadá junto a la compañía de teatro Brave New Productions. El 2015 participó en el film nacional “Las Malcogidas”. Ahora está en Nueva York, donde protagonizará “Tú Me Manques”, película del director Rodrigo Bellott, donde actuará junto a Oscar Martínez y Rossy de Palma. Radica en Montreal, Canadá.
Ariel Vargas Mejía
Interpreta a Luís. Boliviano, de 34 años, actor independiente de teatro desde 2004, egresado de la Escuela Nacional de Teatro. Participó en más de 20 obras de teatro que se presentaron en todo el país, en Chile, España y Francia. También es gestor cultural y fue el creador del snack cultural Tía Ñola, que en 2016 fue reconocido como el personaje de la cultura del año, por el diario El Deber.
Scarlet Natalie Bolívar Zamorano
Interpreta a Francisca. Boliviana. Inició sus estudios en actuación en 2010 en el Taller de Actuación Para Cine y Televisión y La Fábrica Escuela de Cine de Cochabamba. En 2015 participó como actriz de reparto en el cortometraje Sin Ella, de la productora Cineflex y en la película Boquerón de Tonchy Antezana. Ese mismo año participó en el rodaje de la película Las Malcogidas, de Denisse Arancibia. •
Para conocer más
Las malcogidas llega a Bolivia gracias a la apuesta de Bf Distribution, un equipo de gente con amplia experiencia en distribución de cine independiente y varios años de trabajo en Bolivia.
Esta película boliviana es en sí una comedia que promete risas pero también una historia que tocará los corazones.
Esta película es la segunda producción boliviana que se estrena de la mano de BF, la primera fue “Viejo Calavera”.
En sus más de 12 años de trabajo en Chile y cerca de nueve en Perú, BF distribuye los principales títulos de cine chileno y ahora del cine peruano.
El trabajo está enfocado en contribuir al crecimiento del medio, aportando a los productores las herramientas necesarias para que sus películas lleguen al público de la mejor manera posible.
Las Malcogidas es ganadora del Bolivia Lab 2010 y del primer foro de coproducción del Festival de Cine de San Sebastián (España).
Luego de ganar en San Sebastián, se becó al proyecto al mercado de Cannes “Marché Du Filme”. También es ganadora del Fondo Ibermedia.
“Estamos en un país demasiado hostil para hacer cine”
“El oficio del cine es considerado un hobbie, no existimos para el Estado y no tenemos ninguna ley o institución que realmente nos ampare y a pesar de ello “habemos” algunos testarudos dispuestos a intentarlo. Creo que hemos dado algunos pasos importantes mejorando la calidad, rigor e historias de las películas.
Eventos como los numerosos premios otorgados a “Viejo Calavera” o la alta venta de taquilla de “Engaño a Primera Vista”, nos hacen pensar que se está avanzando. Creo que está lentamente empezando una nueva etapa en el cine boliviano con nuevos autores, nuevas propuestas y que puede ayudar a generar más producción. Pero al mismo tiempo es una lucha titánica, que si realmente estamos en camino de crecer, será un crecimiento terriblemente lento.
Nos faltan espacios serios de formación, nos falta entender que es un oficio que requiere mucho estudio y práctica; que no es un trabajo de fines de semana y tiempos libres. Necesitamos tomar conciencia de que es un rubro que genera trabajo a cientos de bolivianos y sobre todo debemos entender que el cine que se hace en el país es vital para el archivo de nuestras historias y realidades. Es muy difícil ver un futuro alentador para el cine boliviano, pero quiero creer que es posible y que no está tan lejos”.