Una alumna transgénero abandonó sus estudios en una unidad educativa privada en Sucre tras denunciar supuesta discriminación y acoso. La Directora del colegio rechazó que algún docente o su persona hubieran incurrido en alguna de esas acciones.
De acuerdo con la acusación realizada ayer por el activista LGTB y presidente de la Fundación Diversencia, Ronald Céspedes, la estudiante mujer se identifica como varón, por lo que pidió usar el uniforme de ese género, una situación que finalmente habría sido aceptada por la directora del colegio Simón Rodríguez, Miriam Fernández; sin embargo, posteriormente se le prohibió –según las denuncias– practicar deporte con sus compañeros o desfilar junto con hombres, sostuvo Céspedes.
En respuesta, Fernández aseguró que nunca recibió otras solicitudes más que la del uniforme a la que accedieron porque “cuando hemos tenido una situación especial, hemos tratado de solucionar de la mejor manera (…) y ningún profesor ni yo como directora hemos discriminado en ningún momento a ningún estudiante”, afirmó.
El caso generó una polémica reacción ayer, cuando el activista hizo la denuncia pública en puertas del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) luego de una conferencia de prensa por la Ley de Identidad de Género. Ante los medios de comunicación, la magistrada del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) Mirtha Camacho intervino y pidió que “no se use esos casos para desproteger a otro grupo educativo que a veces es mayor” y asegurar que “esas conductas causan efecto en otros niños”.
Céspedes anunció que pedirán la apertura de un proceso en contra de la magistrada al señalar que “nosotros no somos acosadores”.
Si bien la estudiante contaría con el apoyo de sus padres, el martes se anunció de manera verbal que la joven abandonaría sus estudios en esa unidad educativa.
“La mamá indicó que la iba a retirar, pero nosotros no la retiramos. Lo comunicó verbalmente indicando que ella se sentía un poco mal y estaba un poco desorientada y nada más”, afirmó la Directora.
Céspedes dijo que denunciarán al colegio ante la Dirección Distrital de Educación y Ministerio de Educación y que “el estudiante, al estar afectado por el trato que recibe faltó en reiteradas oportunidades a clases, tiene bajo rendimiento en sus estudios, desgaste corporal, aflicción y pérdida de sentido de existencia, razones por las cuales sus padres han decidido retirarlo del colegio para que su familia y el estudiante reciban apoyo legal y psicológico, para que al año retome sus estudios de bachillerato”.