Para conseguir su objetivo, el máximo ente del fútbol mundial desplaza observadores, espías que compran su entrada y se camuflan entre el público para grabar y luego denunciar. La FIFA utiliza las pruebas para castigar. Esta nueva modalidad está en Sudamérica, donde los cánticos racistas, sexistas y homofóbicos son comunes.
“Estamos en riesgo. Lo que nos preocupa son los insultos”, alertó Víctor Hugo Gonzales, jefe de seguridad de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), al referirse al encuentro entre Bolivia y Ecuador, por la novena fecha de la Eliminatoria sudamericana.
Como todos los países de la región, Bolivia corre el riesgo de ser sancionada por la FIFA, en caso de que se identifiquen insultos a los jugadores del equipo rival.
La Federación Internacional del Fútbol Asociado tiene “espías” en los estadios. Busca complementar la labor de los órganos disciplinarios con el objetivo de optimizar los procedimientos legales para obtener las pruebas necesarias para imponer sanciones.
Este nuevo sistema de vigilancia surgió de las recomendaciones del equipo de trabajo, creado por la FIFA en 2013, para encontrar soluciones concretas contra la discriminación en el fútbol. Este plan funciona en Europa y ahora se extendió a Sudamérica. El ente ya sancionó a Chile, Argentina, Brasil y Perú. “Nosotros no queremos entrar en esa lista. Tenemos que evitar toda clase de insultos, ya que en el Siles también estarán presentes observadores de la FFIA, mezclados entre los asistentes en el estadio”, especificó Gonzales.
La ONG FARE (Fútbol contra el Racismo en Europa) Network, encargada del Sistema de Monitoreo Antidiscriminación en estas clasificatorias, acusó en septiembre pasado a Chile por cantos e insultos discriminatorios en contra de la afición boliviana.
“Lo importante es evitar difundir cualquier palabra que pueda ser tomada como un acto de discriminación o una acción verbal que puedan generar una sanción. El público sabrá comportarse de la mejor manera, ya lo mostró”, añadió el feje de seguridad de la federación.
La semana pasada, la FIFA castigó a Chile por insultos políticos en contra de Bolivia, en el partido del 6 de septiembre. Suspendió el estadio Nacional de Santiago para el duelo de la Roja contra Venezuela en marzo de 2017.
La FIFA se centró en el “olé olé olá, el que no salta, no tiene mar” para emitir su fallo, ayer en Zúrich. El informe oficial especifica que la sanción es por los cánticos “insultantes, políticos y homofóbicos” de su hinchada durante el lance ante la Verde, por la octava fecha de las clasificatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia 2018.
Gonzales resaltó que la FIFA busca reunir pruebas contundentes. “Nosotros tenemos información de que llegarán a La Paz algunos personeros”.
El director técnico de la Verde, Ángel Guillermo Hoyos, pidió ayer a la gente que “respete al hincha rival. El comportamiento de la hinchada boliviana siempre es ejemplar. Esperamos que siga siendo así para evitar que haya una denuncia y un castigo a la Selección y al estadio Siles”.