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#SoyPuto; el trabajador sexual chileno que se enuncia “maricón” con orgullo
José Carlos Henríquez es un activista, escritor y trabajador sexual nacido en Chile; este joven, que se autodenomina de manera reivindicativa como prostituto, adquirió atención mediática en junio de 2013 tras ser presentado de forma estelar en un programa de televisión abierta a nivel nacional En su participación, Henríquez reveló que la gran mayoría de sus clientes eran hombres heterosexuales que tenían esposa e hijos; dicha declaración capturó la atención y escandalizó a la sociedad chilena. Sus palabras generaron un intenso debate en las redes sociales que hicieron que el hashtag #SoyPuto se volviera tendencia esa misma noche en el país sudamericano.
José Carlos Henríquez, quien también se hace llamar Camilo, lanzó un libro en 2016 titulado “#SoyPuto”, cuyo nombre hace referencia al hashtag que se viralizó después de sus declaraciones en la televisión abierta.
La publicación recopila más de 30 escritos en los que el trabajador sexual critica las políticas de la diversidad sexual, reivindica la autodeterminación sexual y presenta posiciones a favor del trabajo sexual y la interrupción legal del embarazo.
“La palabra puto, así como puta, zorra, perra, maricón, tiene una enorme potencia subversiva, porque enfoca la sexualidad y posibilita la intromisión con algo que es supuestamente privado, sagrado e indecible”, señala el joven acerca del nombre de su texto.
“Puta vida”, “Fuego a la familia” y “Disidencia” son los tres capítulos que componen el libro, el cual incluye relatos autobiográficos, cuentos eróticos, ensayos feministas, crónicas denunciantes y columnas de opinión sobre el aborto, el trabajo sexual y la diversidad sexual.
José Carlos denuncia la precarización de las mujeres trabajadoras sexuales, las cuales se enfrentan a una vida en la que les es imposible acceder a derechos básicos, como la salud y la vivienda; narra la vida sexual en torno a las redes sociales; y hace una crítica a la sociedad conservadora que reprime la sexualidad de grupos específicos. Los análisis de José Carlos parten de su experiencia como trabajador sexual.
“Reivindicar palabras me parece un acto poético que puede ser terrorista. La violencia se puede escribir. Nombrarse ‘puto’ o ‘maricón’ es violentar la integridad masculina, el honor del hombre, y la fijación identitaria con esa virilidad”, declaró el joven en entrevista para VICE.
“Pienso que los putos no somos hombres. Un hombre cumple con normas que un puto corrompe todo el tiempo. Toda esa violencia de un insulto sexual me parece hermosa y cuando lo descubrí me reapropié de ella con todas sus lecturas y posibles connotaciones”, comentó.
José Carlos, quien estuvo hace unas semanas en nuestro país presentando su libro en el centro cultural La Gozadera, forma parte del colectivo Disidencia Sexual en Chile, colabora en diversas producciones audiovisuales, fotográficas y de performance y constantemente es invitado a presentar su posicionamiento sobre el trabajo sexual en distintas universidades de Chile y en foros de otros países. Además, escribe la columna “Diario de un puto” para el semanario The clinic.
Con información de Vice y El mostrador.
