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Mujeres trans evitan ejercicio por miedo a no parecer femeninas y a la discriminación
De acuerdo con una investigación realizada por el Instituto de Formación y Educación Superior de Argentina, casi el 70% de las personas transgénero se ven orilladas a llevar una vida sedentaria debido a que prefieren no practicar actividades físicas por miedo a padecer violencia, discriminación y rechazo en espacios deportivos.
“Nuestra intención ha sido conocer cuál es el porcentaje de sedentarismo y su relación con la percepción de discriminación en la comunidad transexual y transgénero en la ciudad”, señalaron Micaela Marotta y Cristina Puentes, integrantes de IFES y principales investigadoras.
La investigación se basó en entrevistar a 25 personas transgénero de diferentes niveles socioeconómicos y culturales que se encontraban alrededor de los 30 años de edad. La encuesta buscó saber la frecuencia con la que las personas trans practicaban alguna actividad física; así como encontrar las causas por las que las personas transgénero deciden tener una vida sedentaria.
El estudio encontró que en el caso específico de las mujeres trans, la decisión de alejarse de la actividad física no es solamente la discriminación sino su temor a “hipertrofiar” su cuerpo, es decir el crecimiento de la masa muscular, pues de acuerdo con la entrevistadas, esto rompería con la apariencia femenina que desean.
Asimismo, se llegó a la conclusión de que debido a los estereotipos de género asumidos por las personas trans, las mujeres transgénero tienden a no hacer ejercicio, pues de lo contrario su feminidad quedaría cuestionada; por el contrario los hombres transgénero tienden a practicar más ejercicio, sobre todo cuando están en tratamientos hormonales, ya que en esas circunstancias los médicos recomienda la actividad física.
No obstante, se encontró que las personas transgénero que estudian se rehúsan a realizar ejercicio en clases de activación física por miedo a ser violentados o discriminados; asimismo, evitan otro tipo de lugares destinados a la actividad física por temor a ser rechazados.
“Lo hacen en su casa con elementos propios pero sin la planificación, sin constancia de un profesor capacitado. Al existir el binarismo de género y la discriminación, consideran que serían un objeto de burla o malos tratos por parte de las personas que se encuentran en el vestuario”, detallaron las investigadoras.
Con información de Imneuquen. Imagen tomada de Daily Advertiser.
