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Migrantes con Orgullo
Migrar es un derecho, según reconoce la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 13. Sin embargo, las personas migrantes a menudo se encuentran con barreras burocráticas y sociales que dificultan su tránsito y, en última estancia, su adaptación al nuevo país al que llegan. Si a la condición de migrante se le añade una orientación sexual o identidad de género no normativas —no heterosexual—, el problema se agrava. Con motivo de la celebración del Orgullo Mundial en Madrid, el pasado mes de junio, el Ayuntamiento ha impulsado a lo largo de este año una programación educativa con el objetivo de arropar a aquellos grupos menos visibilizados dentro del colectivo LGTB+ como la comunidad migrante, los mayores o las personas con diversidad funcional.
“El objetivo era crear enlaces con grupos migrantes de diferentes barrios de la capital y generar espacios donde pudiésemos socializar, reflexionar y debatir sobre aquellas cuestiones que nos afectan como personas extranjeras y LGTB+”, cuenta Leticia Rojas, miembro de la asociación Entrelíneas, encargada de la organización del proyecto enfocado en la comunidad migrante.
Esta programación, que comenzó en febrero, ha estado compuesta por actividades culturales, deportivas y talleres pedagógicos en los que se han abordado temas como la política migratoria del España o la discriminación institucional desde una perspectiva feminista. “Hemos utilizado historias de varias autoras feministas del tercer mundo en Estados Unidos allá por los años setenta [de feminismo negro] para construir una visión crítica que nos permita actuar ante aquellas muestras de discriminación menos visibles como, por ejemplo, los silencios y la falta de atención que tenemos las personas migrantes en espacios mixtos”, explica Rojas, original de Ecuador.
El pasado 27 de octubre tuvo lugar el taller Transfeminismos y migraciones, que ponía fin a la programación anual y a las actividades dedicadas a la comunidad transexual dentro de la iniciativa Octubre Trans. El taller se realizó a puerta cerrada para garantizar la seguridad y la comodidad de los participantes, algunos recién llegados a España. “Fue muy interesante concluir con un taller así que nos permitió profundizar más en cada caso y en el concepto de binarismo que reclama la no necesidad de transitar de hombre a mujer o viceversa”, cuenta Rojas.
Y prosigue: “Del mismo modo, nos permitió reflexionar sobre cómo las culturas latinoamericanas y africanas hemos llegado a generar nuestra propia identidad de género, alejada de los estereotipos occidentales, y a sentirnos orgullosos de ella”. Para Nayare Montes, transexual de género no binario, estos talleres han supuesto “una forma de sanación”. “Compartes tu experiencia y aprendes de las que han vivido otros. Es una forma de crear comunidad en la que todos colaboramos y nos ayudamos”, cuenta Montes. Y añade: “Este tipo de actividades facilitan la creación de referentes que te ayudan a no sentirte tan solo en los periodos de transición”.
Concluida la programación, el Ayuntamiento de Madrid y la asociación Entrelineas trabajan ya para elaborar un informe técnico con conclusiones y propuestas de acción que se presentará en el mes de diciembre en formato fanzine. Rojas cree esencial poder continuar con estos talleres y anticipa que pronto se iniciará otro proyecto, en colaboración con Matadero Madrid, para trabajar en la misma dinámica.
