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La cultura gay como una adolescencia tardía


2017-11-06
http://homosensual.mx/opinion/la-cultura-gay-una-adolescencia-tardia/
Soy Homosensual

Los Esteban Arce, las Yuri y los Juan Dabdoub del mundo que nos atacan con estadísticas sin contexto creen que los altos niveles de depresión, ansiedad y suicidio en nuestra comunidad tiene que ver con nuestra naturaleza (aunque ellos lo vean como elección). Creen que las mujeres trans recurren al trabajo sexual por ser la salida fácil. A esa gente que presume de ser moralmente superiores se le olvida detenerse cinco minutos para entender nuestras historias como individuos y como comunidad.

No, no es nuestra naturaleza el problema, sino la discriminación y rechazo que vivimos debido a quienes somos.

El tuit me recordó de mis años ermitaños de la preparatoria, y de los de la secundaria en los que me escudaba detrás de mis amigas para evadir la presión social de tener pareja. Los años de auto-descubrimiento y de romanticismo que mis hermanos sí vivieron en su adolescencia, yo los terminé viviendo hasta la universidad, etapa que crucé lejos de mi familia y amigos para no sentir presión alguna en mi proceso de aceptación de mi sexualidad.

Y yo fui uno de los afortunados millennials que contamos con los espacios seguros para salir del clóset de manera segura en una sociedad cada vez más abierta a la diversidad sexual, pero para la mayoría de las afortunadas personas LGBT+ de arriba de los 30’s, les tocó vivir abiertamente su sexualidad y sus relaciones en una edad más avanzada. Sin embargo, la edad madura, en especial en nuestra comunidad, no es sinónimo de madurez emocional.

Muchos vinimos a experimentar nuestras primeras relaciones sentimentales después de los 20’s, mientras que nuestras contrapartes bugas estaban contemplando matrimonio y formar familia. Vivimos una madurez sentimental desfasada con nuestra edad, y si nadie te enseña a tener relaciones de pareja heterosexuales sanas, mucho menos tenemos referencia a lo que podemos aspirar en una relación LGBT+. Cuando tus referencias en medios de comunicación de personas LGBT+ son personajes llenos de estereotipos y receptores de violencia, generamos resistencias a sentirnos cómodos demostrando afecto en público.

Los avances en aceptación por supuesto están concentrados en las grandes ciudades, en donde, por consecuencia, está concentrada la vida nocturna y cultural que tanto nos caracteriza. Lo que ha acelerado nuestra aceptación social es la creación de propuestas culturales en donde contamos nuestras historias de manera digna. Desde el episodio en donde Ellen DeGeneres salió del clóset hace veinte años, hasta campañas digitales como It Gets Better, nuestras historias tienen la fuerza de humanizar nuestras experiencias. Cuando le ponemos cara a las estadísticas, dejamos de ser un número y se vuelve una labor más sencilla el cambiar mentes y corazones.

Películas como Hazlo Como Hombre, que alcanzó el tercer lugar entre las películas mexicanas más exitosas de la historia, reflejan una desesperante realidad en la que las personas buga se encuentran de rezago en torno a cómo nos perciben. Esta nefasta película, creada por mismas personas gay, sólo es una referencia del psique sociocultural que tenemos en México, al que tanto le temen los políticos en tiempos electorales, aunque sean ellos mismos aliados. Por su parte en Estados Unidos, el tipo de producciones que han tratado con dignidad nuestras historias hoy ven cómo el nivel de aceptación en sus audiencias se ha fortalecido, como es el caso de Will & Grace, que regresa a la pantalla chica este mes después de ocho exitosas temporadas concluidas hace más de una década.

Todo esfuerzo que genere empatía a nuestras poblaciones suma, pero debemos exigirnos mayor calidad en los medios que impulsemos nuestras historias.

Así como en relación con nuestras contrapartes heterosexuales estamos rezagados en las experiencias sentimentales, ellos están igualmente rezagados en el nivel de conversación alrededor de la sexualidad, más allá de si entienden o no la diferencia entre orientación sexual e identidad de género. Para empezar, pese a que no viven rechazo por la naturaleza de sus relaciones amorosas, cargan con presiones sociales para formar familia y el doble estándar alrededor de la satisfacción sexual entre hombres y mujeres. Sólo en los últimos diez años podemos nosotros en la comunidad LGBT+ decir que a lo mejor nuestras familias esperan que tengamos hijos, y en cuanto al auto-descrubimiento sexual podríamos dar cátedra al respecto.

Muchas veces cuando doy pláticas sobre sexualidad humana, me encuentro con que tengo que orientar a más personas heterosexuales en el cómo entablar conversaciones con sus parejas sobre lo que esperan de sus relaciones sexuales.

La irónica libertad que nos da la clandestinidad nos hace estar más receptivos a la gran variedad de experiencias sexuales y explorar nuestra expresión e identidad de género a un nivel que las personas heterosexuales cisgénero muchas veces ni siquiera se plantean en primer lugar.