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Perú: aumentaron los crímenes de odio y las mujeres trans son las más afectadas


2024-07-22
https://agenciapresentes.org/2024/07/22/peru-aumentaron-los-crimenes-de-odio-y-las-mujeres-trans-son-las-mas-afectadas/
Presentes

El Informe Anual del Observatorio de Derechos TLGBI registró 54 asesinatos hacia personas de la comunidad y 170 casos de vulneración de sus derechos entre el 2020 y 2023. “De aquí se la llevaron”, dice a Presentes Xiomara*, mujer trans peruana y trabajadora sexual, señalando una vereda del jirón Chancay, en el Centro de Lima. Allí, en febrero del 2023 extorsionadores de la banda criminal “Los Gallegos” secuestraron a su compañera Rubí Torres Silvano (31 años) y la llevaron al distrito de Carabayllo, donde la asesinaron de aproximadamente 30 impactos de bala. “Nos mandaron un video al celular, era el cuerpo de Rubí. Así nos amenazaron para que paguemos cupo por ocupar la plaza. Hay mucha rabia hacia nosotras”, afirma.

Entre 2020 y 2023, en Perú se cometieron 54 asesinatos a personas TLGBI, según el último Informe Anual del Observatorio de Derechos TLGBI de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. El documento enfatiza que más de la mitad de las víctimas fueron mujeres trans (30), seguido por hombres gay (23) y una mujer lesbiana.

En 2023 se incrementó el número de homicidios con 19 casos, de los cuales 12 fueron mujeres trans y 7 gays. El año anterior fueron 13 personas: 8 gays y 5 mujeres trans. En 2021 diez: 5 mujeres trans y 5 gays. Y en el 2020 doce: 8 mujeres trans, 3 gays y una lesbiana.

Mujeres trans: las más violentadas

Los crímenes se han dado con ensañamiento, desde múltiples disparos y puñaladas en el cuerpo hasta degollamientos, lo que indica un odio extremo por las identidades de género, expresiones de género y orientaciones sexuales que no se ajustan a las reglas heteronormativas.

El reporte también detalla en la categoría vulneración de derechos- es decir, por ejemplo, violencia por parte del Estado, incitación a la discriminación, intento de asesinato- que la mayor cantidad de estos atropellos se cometieron durante el 2020, alcanzando 61 denuncias. Seguido en el 2022, con 43. Luego el 2023, con 34. Y el 2021, con 32. Se observa que en esta categoría las mujeres trans, nuevamente, son las más perjudicadas.

La coautora del informe, mujer trans defensora de derechos humanos TLGBI y periodista, Gianna Camacho, explica a Presentes porque este grupo es el más afectado en sus derechos. “Las mujeres trans somos las personas más violentadas porque nos hemos atrevido a salirnos “del equipo ganador” para pasarnos “al equipo más débil”. Por eso el castigo social de esta violencia que sufrimos”.

Para la psicóloga y activista bisexual de la organización feminista y LGTBIQ+ Más Igualdad, Alex Hernández, las mujeres trans son las principales víctimas de crímenes de odio “porque ellas desafían los mandatos de la masculinidad. Al ser personas que son asignadas masculino al nacer, pero tienen y construyen una identidad femenina, esto desafía los mandatos que se suponen que tienen las personas asignadas hombres al nacer en su masculinidad. Al desafiarlo suponen un gran problema social para la mirada patriarcal. Por esto hay un ensañamiento con ellas”, dice a Presentes.

“Yo no quiero que me maten”, dice Xiomara. Ella y sus compañeras desearían no dedicarse a la prostitución, pero no tienen otra manera de sobrevivir por la falta de oportunidades laborales. De acuerdo con un estudio de la Universidad Peruana Cayetano Heredia del año 2012, el 70% de las mujeres trans de Lima y Callao se dedican al trabajo sexual.

Crímenes impunes

El informe enfatiza que los números de crímenes de odio registrados son únicamente un subregistro. Se indica que “hay muy pocas medidas para contribuir a la disminución de la violencia, así como facilitar el registro de asesinatos de personas LTGBIQ+, no se ha incorporado un sistema virtual que contemple la supuesta orientación sexual o identidad de género de la víctima, no se ha aprobado una Ley de Identidad de Género”.

Gianna Camacho subraya que, ante la ausencia de estadística estatal, utilizaron denuncias dadas a conocer por la prensa y registros directos de organizaciones LGBTIQ+. “Hay muchos casos de los cuales no nos hemos enterado porque no son reportados o porque las víctimas nunca visibilizaron que eran LGBTIQ+”, agrega.

Al Estado peruano no le importa registrar las vulneraciones a los derechos de la comunidad TLGBI, pese a que tiene la responsabilidad de controlar la violencia. Tampoco le importa que los crímenes de odio sean sancionados.

En Presentes observamos que, de los 54 asesinatos registrados en el informe entre el 2020 y el 2023, en 26 no han sido identificados los asesinos. La situación se agrava en el 2023: de 19 homicidios en 13 no se halló a los responsables.

Al respecto, el excongresista Alberto de Belaunde comenta que el Poder Judicial, el Ministerio Público y la Policía cuentan con todas las herramientas legales para perseguir este tipo de delitos. “El que estos crímenes queden en la impunidad no se debe a vacíos en la ley. Se debe a falta de decisión, a la incapacidad de estas instituciones de entender que están trabajando con población en situación de vulnerabilidad, falta de protocolos para asegurar la atención y una evidente falta de interés”, afirma a Presentes.

“Nos están observando”

Xiomara se encomienda a Dios cuando sale a trabajar. “La vida de nosotras es muy dura, sino nos atacan los extorsionadores son nuestras autoridades. Recuerdo que tiradas en el piso, la policía nos ponía encima a los perros. Sentía sus uñas. Era horrible. Nos decían que por ser maricones nos pasaba eso”.

A inicios del 2022, como se lee en el informe, integrantes de la sanguinaria organización criminal “Los Gallegos” empezaron a pedir cupos a las mujeres trans cuya zona de trabajo son las calles del Centro de Lima. El 12 de febrero del 2023 dispararon múltiples balas a los cuerpos de Rubí Torres Silvano (31) y Priscila Aguado Huatuco (30).

La crueldad de ambos homicidios hizo que la comunidad TLGBI realizara platones frente a las dependencias policiales que estaban a pocas cuadras de donde habían secuestrado a las víctimas. En marzo del 2023 la policía capturó a dos de los asesinos. “Los meses siguientes disminuyeron los asesinatos, pero aumentó la extorsión en toda la ciudad (de Lima), según refieren las activistas. (…) La violencia de género no ha parado. Tampoco la disputa entre las mafias”, dice el informe.

Xiomara comenta que hace varios meses ya no pagan cupos, al menos, en las calles del Centro de Lima, pero afirma que desde hace veinte días han empezado a ver motos y carros sospechosos. “Es como si estuvieran marcando de nuevo el territorio, como si estuvieran contándonos. Entre todas llegamos a la conclusión de que nos están observando. Hace poco soltaron granadas en el jirón Zepita, como advirtiéndonos que va a entrar una nueva mafia”.

*Xiomara es el seudónimo que eligió la entrevistada por medidas de seguridad.