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«Las mujeres lesbianas sufren una doble discriminación: por mujeres y lesbianas»
«Las mujeres lesbianas son tremendamente generosas», aseguraba ayer la directora general de Igualdad del Principado, Nuria Varela, durante la apertura de la jornada 'VisibLesb'. Y tenía este convencimiento porque las chicas homosexuales «pusieron siempre por delante reivindicaciones que a ellas no les afectaban, pero que eran importantes, como el aborto». Por eso, ahora toca «priorizar sus reivindicaciones particulares» y avanzar en la visibilización de un colectivo injustamente olvidado muchas veces.
Sabe bien de ese olvido Eva Pérez Nanclares, abogada, empresaria y activista. «Yo soy una lesbiana visible, estoy casada y tengo una hija», contaba. «Estos años de trabajo me han dado una visión bastante panorámica de las circunstancias de las mujeres lesbianas en la sociedad española, y es verdad que estamos en el mejor de los entornos posibles», afirmaba. «Igualmente, sigue siendo muy difícil ver lesbianas en entornos públicos, y eso es porque estamos atravesadas por una doble discriminación: por ser mujeres y por ser lesbianas», indicaba.
Y eso, a pesar de que «estamos por todas partes», se reía, convencida de que su trabajo consiste «en ayudar a aflorar a esas mujeres homosexuales porque somos muy talentosas. Hemos desarrollado una capacidad de resiliencia muy importante», proseguía, mientras pensaba también en aquellas que viven en entornos rurales. «En una ciudad da más igual porque pasas desapercibida, pero en los pueblos muchas viven reprimiéndose», se quejaba, segura de que también hay algunas que, cuando se lanzan al mundo laboral, se esconden. «Hay gente que en su vida privada es visible, pero, cuando empiezan a trabajar, prefieren callárselo por miedo».
Una realidad que debe ir evolucionando, como saben Marta Cillán y Sol Manini, las cofundadoras de Bluumhub, quienes impartieron una conferencia sobre liderazgo y entorno tecnológico. «Es muy necesario que las mujeres estemos dentro de la tecnología. Por eso, hay que acercar la tecnología al mundo femenino», explicaban. Para ellas, es «un compromiso» que las chicas no sean ajenas a carreras científicas. «Yo soy ingeniera y en clase era siempre la única mujer», se lamentaba Manini. «Si hay pocas mujeres, lesbianas, menos aún», añadía.
Pero las chicas homosexuales deben estar en todos los campos de trabajo, también en la poesía, tal y como defendía la escritora Aida Escudero durante su ponencia. «Quiero hablar de mi experiencia como mujer creadora, feminista y lesbiana», apuntaba. «Dentro de las letras asturianas, soy la única mujer que habla abiertamente del lesbianismo», contaba. Y no es porque las poetas lo oculten, sino porque «no aparece de forma explícita». Eso hace que, para ella, sea necesario «visibilizarlo, porque, si tú asumes libremente tu sexualidad, no puedes separarla de tu creación», señalaba.
Después de sus palabras, tocó reflexionar en el Archivo Histórico sobre Asturias como destino turístico diverso. Esa conferencia fue la última, antes de que la periodista Patricia Serna sacara las conclusiones de una jornada que sirvió para darse cuenta de una realidad, muchas veces, difuminada entre las sombras.
Tocará seguir luchando para avanzar, porque Nuria Varela ya adelantó ayer: «Hemos consensuado que este será el primer 'VisibLesb' de muchos, porque tenemos que poner encima de la mesa la visibilidad social, económica y cultural de las mujeres lesbianas». Para que nunca más tengan que esconderse.
