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Grindr: una mirada desde las Ciencias Sociales a la aplicación de citas gay en Bogotá
Grindr tiene más de 3.6 millones de usuarios conectados por día y se encuentra presente en más de 196 países, es una aplicación pionera para concertar citas entre hombres gay, mayoritariamente, su funcionamiento es por medio de la geolocalización, así que los usuarios interactúan con quienes estén más próximos. La aplicación fue lanzada al mercado en 2009 y desde entonces ha impactado con fuerza a la comunidad LGBTIQ+ al convertirse el espacio de homosocialización virtual por excelencia, un lugar en donde es posible relacionarse con otras personas del mismo colectivo.
Aunque existen muchas aplicaciones similares como Hornert, Manhunt, Bender, Scruff, entre otras, esta es la más usada y de alguna forma es el modelo a seguir por la competencia. Por último, es importante señalar que en la actualidad su propietario es una empresa de tecnología China.
Pero personas ajenas a la comunidad LGBTIQ+ o que no están relacionadas con su funcionamiento, no comprenden su lógica. Con el fin de explicar su uso y apropiación, Infobae se comunicó con Camilo Guanes Naranjo, magíster en Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia y autor de la investigación “Para ser un buen marica tienes que haber estado en GRINDR” : Riesgos y apropiaciones de una tecnología de sociabilidad utilizada en el contexto bogotano, en la estudia con detalle esta aplicación en el contexto capitalino.
¿Por qué han tenido tanto impacto este tipo de aplicaciones?
Camilo Guanes: Estas aplicaciones han tenido un fuerte impacto por la manera en que logran facilitar la sociabilidad en diferentes ámbitos. Conseguir sexo exprés, buscar pareja, aplicar a una oferta laboral, conseguir algún servicio o producto.
En las aplicaciones de citas podemos elegir nuestra mejor cara, resaltar los atributos con los que nos sentimos más cómodos, a diferencia de un bar o el espacio público, donde estamos “como somos”. Claro, esto puede variar, pero la forma de socializar es diferente a un diálogo en vivo.
Hay quienes no les gusta escribir o que tienen un mejor desempeño en la presencialidad, cada persona puede identificar donde se siente más segura. Sin embargo, no hay duda que en este momento son las aplicaciones el vehículo más eficiente para conocer personas, cada vez es menos frecuente que alguien vaya a un bar a conocer una pareja, tal como pasaba anteriormente.
¿Cómo es el uso de Grindr en Bogotá?
CG: Resulta interesante analizar el modo en que los usos de este tipo de aplicaciones varía siempre con relación a la zona o ciudad en donde se encuentra el o la usuaria. Al respecto, considero existe una fuerte relación entre el uso y la forma en como se percibe la homosexualidad en cada ciudad, particularmente.
En ciertas ciudades o poblaciones es más frecuente encontrar perfiles anónimos, donde solo se muestran partes del cuerpo y datos de perfil como la edad, digamos que la “discreción” es mucho más marcada. En contraste, en Bogotá hay una mayor apertura a revelar la identidad y resulta evidente la resistencia de muchas personas que usan la aplicación a los perfiles anónimos. De esto da testimonio a partir de frases incluidas en los perfiles como “no hablo sin foto de perfil” o “no hablo con fantasmas”, las cuales son comunes en la ciudad.
Otro punto a destacar, es que existen zonas más densificadas que otras, como es el caso de Chapinero, donde aparecen usuarios a menos de 100 metros, mientras que en otros puntos de Bogotá el usuario más cercano puede aparecer a 300 metros o más.
¿Cuáles son los imaginarios ligados a las aplicaciones de citas?
CG: Para algunos hombres que tienen sexo con hombres, que es el término en salud pública, los encuentros sexo afectivos mediados por aplicaciones suelen ser mal vistos y se señala a sus usuarios de no tener autoestima, son juzgados como promiscuos.
Muchas personas se alejan de estas formas de socialización y prefieren otros espacios para relacionarse, porque piensan que es un espacio frívolo, diseñado para consumir cuerpos.
Algo muy interesante que logré identificar es que parece como si tener la aplicación instalada es incompatible con tener una relación “sería”, entonces empieza una especie de identificación, si mi pareja, o potencial pareja, la usa significa que no quiere algo exclusivo conmigo, algo que no es necesariamente cierto.
¿Cómo interactúan los usuarios en esta aplicación?
CG: Los métodos de análisis que se proponen desde las Ciencias Sociales a las aplicaciones móviles y su diseño, mencionan la importancia de identificar el público al cual se orienta cada app, la forma en que se relacionan los usuarios con estas plataformas y finalmente proponen identificar los usos que se les otorgan.
Cuando se comparan, por ejemplo, Grindr y Tinder, parece que hay una diferencia en lo que se puede encontrar, si yo quiero un novio, una pareja seria o “ajuiciarme”, entonces voy a dejar una aplicación y voy a utilizar otra.
Al respecto, en Grindr, por ejemplo, es fácil identificar una especie de guion en la interacción, pues la mayoría de las conversaciones se reducen a:
-Hola
-¿Cómo estás?
-¿Qué buscas?
La última pregunta se suele responder con: “Lo que se dé” o con “sexo”. De esta manera, se puede afirmar que Grindr es un espacio donde es posible hablar de gustos o prácticas sexuales de forma más abierta, algo que no se da en otras plataformas o aplicaciones. Sin embargo, Tinder, por ejemplo, ha cambiado su guion y ahora facilita opciones orientadas al sexo casual.
Algo más que destacar es la forma que en Grindr es posible hablar en torno a ciertasprácticas sexuales que no resultan tan bien vistas de ser mencionadas de forma más abierta, como el bareback, forma en que se denomina al sexo sin preservativo.
¿Pero solo es utilizada para buscar sexo?
CG: Hay que tener en cuenta la flexibilidad que se puede dar en torno al uso de las aplicaciones. Muchos la usan para ofertar servicios de todo tipo, venden productos de toda clase, buscan habitaciones o espacios para arrendar, quieren ganar seguidores en redes sociales, entre otras cosas. Son muchas las formas en que se puede sacarle provecho. Sin embargo, tener esta aplicación instalada tiene el potencial de destruir relaciones, pues apps como esta se sabe que están prescritas para tener encuentros con otras personas.
Esto no pasa con Facebook, Instagram o WhatsApp, que aunque no están diseñadas con la finalidad de encontrar una pareja sexo afectiva o tener un encuentro sexual, en estas también se pueden establecer acuerdos de todo tipo con otras personas. Estás sin embargo, no son sinónimo de infidelidad totalmente.
¿Los usuarios se exponen a violencias?
CG: Una pregunta muy frecuente entre los usuarios es ¿vive solo? Esta genera mucha desconfianza. He llegado a encontrar grupos y publicaciones en otras redes sociales con nombres tipo “están matando hombres que viven solos”. En estas se publican denuncias y noticias de hombres que buscan sexo con otros hombres, las cuales mencionan que fueron robados o violentados dentro de sus viviendas.
Ante esto es importante gestionar el riesgo, existen prácticas de autocuidado. Por ejemplo, pedirle a con quien nos contactamos su perfil en otras redes sociales, su número de teléfono, evitar ir de forma inmediata a un lugar desconocido, o evitar la entrada de desconocidos a nuestro hogar. Algo que a veces considero importante es no dejar sola una bebida con esa persona mientras estamos en un encuentro. Se trata de identificar cuáles son factores de riesgo y los mecanismos que podemos utilizar para reducirlo.
¿Qué medidas deberían tomarse ante estos problemas?
CG: Es un problema complejo que involucra grandes problemas estructurales, la marginación, la homofobia, el rechazo, la inseguridad, entre otros. Por el momento, o de forma inmediata, solo puede ser combatidas o prevenidas estas formas de violencia desde la pedagogía, tanto en las mismas dinámicas de la aplicación como desde otros medios.
Hay ejemplos muy interesantes en la prevención de la transmisión del VIH, la misma aplicación contiene pequeños anuncios, que no resultan molestos, y que contienen información clave. Ese tipo de datos o consejos ayudan a ser un poco más prudentes al respecto.
A nivel social, sería valioso establecer estrategias para facilitar la denuncia por parte de los usuarios ante a las autoridades competentes. Otra forma puede ser por medio de la sensibilización o los talleres dirigidos a usuarios y usuarias de la aplicación. Sin embargo, es necesario mencionar la forma en que nos encontramos en una cultura que culpabiliza siempre a la víctima, esto bajo una creencia popular que se fundamente en la idea de “quien lo manda”. Nos rendimos fácilmente frente al ejercicio de muchas formas de violencia, y simplemente las normalizamos.
