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Dos años sin Diana Sacayán: “Sigue siendo nuestro faro”
La sala fría, de edificio público, contrastó con la emoción de quienes rindieron tributo a Diana Sacayán en la Cámara de Diputados. Hoy se cumplieron dos años del crimen de la referente travesti argentina y sus familiares, amigxs y compañerxs de militancia se reunieron para recordarla y exigir justicia por su travesticidio.
Aun no hay fecha para el juicio y la causa tuvo que ser reactivada a golpes de militancia por la Comisión encabezada por su hermano Sasha Sacayán.
El homenaje en Diputados es parte de un reconocimiento político a quien fue una “verdadera cuadro”, como la llamó su compañero Darío Arias, de la organización Conurbanos por la Diversidad. Y también un lugar estratégico, ya que hay varios proyectos de ley – y leyes- que son debes para el colectivo travesti trans, un sector de la población que no logra superar la media de vida de los 40 años en Argentina, cuando las violencias y persecución policial se han recrudecido.
Después de un video donde se recorría la militancia de Diana -mostrándola en acción en las marchas, en el Congreso, en estudios de televisión- más de una decena de personas tomó la palabra para recordarla. Nadie pudo sostener el discurso sin quebrarse. Esa fue la impronta de este homenaje que tuvo muy poco de protocolar y mucho de abrazo colectivo.
La diputada Karina Nazabal (Frente para la Victoria) anunció que está en marcha el proyecto para declarar a Sacayán figura destacada de la Provincia de Buenos Aires, además de trabajar en la derogación del artículo 68 del Código Contravencional. Por ese artículo la policía reprime a personas en situación de prostitución. Y las travestis y trans son las grandes perseguidas.
La mayoría hizo referencia a la urgencia de la implementación de la ley de cupo laboral trans, una de las grandes batallas de la referente matancera. Y también al proyecto de ley “Reconocer es reparar”, que busca una reparación histórica para las travestis y trans, víctimas de violencia institucional.
“Asumimos la bandera de Diana y de Lohana de decir que la prostitución no es trabajo”, dijo Nazabal, despertando aplausos. Y esa idea fue repetida por otras compañeras como Flor Guimaraes y la diputada Diana Conti.
“Su lucha me cambió la vida”
La lucha de Diana encarnó en muchas vidas que hoy son un legado. Para testimoniar eso, tomaron la palabra Magalí y Ximena, dos chicas trans marplatenses que pudieron salir de la situación de calle y prostitución gracias al cupo laboral. Acompañadas por Claudia Vega de la asociación LGBT AMI, contaron sus experiencias.
“No la conocí personalmente pero la recuerdo cada día. Porque su lucha me cambió la vida. Desde los 18 hasta los 23 estuve en la calle y veía a mis compañeras morir y pensaba: la próxima soy yo”, dijo Ximena Lorenz.
Entre sus familiares, detrás de la bandera, además de Sasha, estuvieron tres de sus hermanas y su sobrina Milagro, quienes escucharon con lágrimas en los ojos cada recuerdo, anécdota y arenga a seguir el legado de Diana mientras la pantalla seguía proyectando sus fotos.
“Hace dos años que no puedo hablar. Ella dio todas las luchas cada día de su vida. Si tenía que irse al medio del Ceamse para reclamar que estábamos viviendo arriba de un basural, lo hacía. Se sentía interpelada por todas las luchas. Hacía lo que había que hacer”, dijo Martín Lanfranco, amigo y compañero del INADI y de la organización M.A.L (Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación) creada por Sacayán.
Sus amigxs la recordaron como un vendaval afectuoso, una “tromba que abrió caminos con alegría”, como la describió Diana Conti. A eso se sumaron las palabras que escribió la referente Lohana Berkins (su gran compañera, que murió seis meses después) luego del asesinato de Diana. Las leyó la activista Alma Fernández, del Bachillerato Trans Mocha Celis.
Que se haga Justicia
El último en hablar fue Sasha. Por momentos tomado por la angustia- dos años de no poder dormir, de tener el nudo en la garganta- y otros por la calma, su hermano puso el foco en la búsqueda de Justicia por su travesticidio.
“No hay que olvidarse que Diana era una luchadora por los derechos humanos y no es casual que la mataran. Nada es casual. Nosotros no queremos penas o cárcel porque sí. Yo quiero Justicia, aunque sé que nada me va a devolver a mi hermana. Y cuánta falta nos hace”.
Para cerrar el homenaje, las más de treinta personas se juntaron para una foto colectiva donde gritaron una vez más: Diana Sacayán, presente, ahora y siempre. Mañana se volverán ver en la ronda semanal de las Madres de Plaza de Mayo.
