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Ser mamá lesbiana y no morir en el intento


2022-06-28
https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/grupo-de-apoyo-mamas-lesbianas/ser-mama-lesbiana-y-no-morir-en-el-intento-columna-de-elizabeth-castillo-683183
El Tiempo

Estamos en el mes del Orgullo LGBT. Esta sigla incluía a las personas no heteronormativas, pero se ha ido modificando para ir nombrando más diversidad. Hay una apuesta por la inclusión y la diferencia que lleva a reconocer cada vez más identidades: LGBTTTQI+. La letra L se refiere a las lesbianas, que, según la RAE es, “una mujer homosexual”; y continuando con la RAE, homosexual en sus dos acepciones: “Una persona inclinada sexualmente hacia individuos de su mismo sexo” y “una relación erótica que se produce entre individuos del mismo sexo”. Resumiendo, una lesbiana es una mujer que se relaciona erótica y afectivamente con otra mujer.

Dentro de ese extenso grupo encontramos a mujeres altas, bajitas, delgadas, gordas, negras, mestizas, rubias, amas de casa, abogadas, empleadas, campesinas, entre otras muchas. Y en esa maravillosa variedad de posibilidades, también existimos las lesbianas que somos mamás. Alrededor de nuestra existencia hay algunos mitos.

Primer mito: “Las mamás lesbianas no existen”.

Acá estamos. Somos mamás, aunque justamente la idea alrededor de la maternidad contradice el constructo social, porque no solemos asociar a “la madre” con una persona que tiene sexo. Aunque está bastante documentado que, para llegar a ser mamá, usualmente se requieren relaciones sexuales. Existimos y somos mamás lesbianas y diversas. Diversidad en muchas posibilidades distintas a la heterosexual.

Segundo mito: “Las lesbianas no pueden tener hijos”.

Puede que para muchas personas, esta información sea una sorpresa, pero las lesbianas somos mujeres. La mayoría de nosotras, mujeres con útero, concebimos, gestamos y parimos a nuestra descendencia. Otras, sin útero, son mamás también. Eso sí, ser lesbiana o diversa ya es todo un reto en un país en el que ser mujer implica tantas desventajas. Si a eso le agregamos ser mamá, la discriminación aumenta. Y hay que decirlo: nos han discriminado mucho. Sobre todo quienes aducen ser defensores de la familia.

Tercer mito: “Los hijos criados en hogares homosexuales se vuelven homosexuales (o trans o no binarios), por los genes o porque les damos ejemplo para que lo sean”.

La mayoría de nosotras, mamás lesbianas, somos nacidas y criadas en hogares o por mamás heterosexuales y no heredamos, ni seguimos el ejemplo ni aprendimos a ser heterosexuales. Descubrimos que nos gustaban las mujeres y nada de lo que nos enseñaron causó eso. Simplemente es una característica de nuestra identidad.

De la misma forma, nuestros hijos e hijas desarrollan su orientación sexual y su identidad de género, como a bien lo sientan. Nada podemos hacer para modificarlo o siquiera incidir. De hecho, les compartimos un dato: como a ustedes los heterosexuales, la mayoría de nuestros hijos nos salen hetero. Y otros, no.

El 12 de Julio de 2003, dos mamás lesbianas, Elizabeth Castillo y Nancy Lee, creamos el Grupo de Apoyo a Mamás Lesbianas y Diversas, un espacio para compartir experiencias en la vivencia de la maternidad. El único requisito para ser miembro del grupo es querer vivir mejor, que las mujeres se acepten a sí mismas y a partir de allí se sientan tranquilas y capaces de educar a sus hijos, como cualquier mamá, dentro del amor y el respeto a las diferencias.

Ser mamá implica educar a las y los hijos en el respeto a la diversidad. Las mamás lesbianas sabemos bien que ser mamá es una experiencia retadora, sin importar a qué categoría de cualquier clasificación pertenezca.

Usted que es mamá está de acuerdo con nosotras, ¿verdad?