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Comunidad LGBT, entre el estigma y la homofobia
Poza Rica, Ver.–(Vanguardia de Veracruz).–Reconocer el derecho a que personas del mismo sexo puedan casarse, sería el primer paso para garantizar una igualdad en el tema en Veracruz, señalaron activistas de la zona norte del estado. A pesar de que en otros estados han modificado sus códigos civiles para otorgar este derecho a personas del mismo sexo, la situación en Veracruz es distinta, ya que persiste el estigma y discriminación a personas por sus preferencias sexuales.
Uno de los sectores que más los rechazan son los grupos religiosos, que protestan y hacen toda clase de manifestaciones cuando se discuten estas iniciativas en el Congreso local.
En este sentido, integrantes de asociaciones en favor de la comunidad LGBT reconocen que poco a poco se han ido reconociendo sus derechos, pero aún falta mucho; principalmente en materia legislativa.
Para el próximo 22 de mayo, el Congreso de Veracruz discutirá por quinta ocasión el matrimonio igualitario. En cuatro propuestas anteriores, los legisladores la han desechado, por lo tanto, es una deuda que la legislatura tiene con la comunidad en el estado.
GASTAN DINERO PARA TENER DERECHO A CASARSE
De todos los municipios de la zona norte del estado, Poza Rica destaca por una lucha encaminada hacia el reconocimiento de los derechos de la comunidad gay; prueba de ello es la tramitación de amparos indirectos para contraer matrimonio, esto ante la negativa del Registro Civil por efectuar dichas uniones legales. El abogado que ha promovido 6 y ha obtenido igual número de amparos, explicó que el costo por cada uno es de 7 mil 500 pesos, aunque en un principio lo hizo de manera gratuita.
Por su parte, otro litigante explicó que el precio de cada amparo puede variar, dependiendo el abogado, “Hay quienes llegan a cobrar hasta 20 o 30 mil pesos”, dijo.
Se estima que en la ciudad petrolera al menos 10 parejas han contraído matrimonio por sentencias de jueces federales; sin embargo, el número de éstas que desea hacerlo es mucho mayor.
RECHAZADOS POR LA IGLESIA
Los activistas también lamentan que sean excluidos de la iglesia por sus preferencias sexuales, lo que ha dado como resultado que hayan tenido que crear su propia iglesia cristiana, y aunque por ahora no tienen instalaciones propias, se reúnen en el parque “Juárez”, donde ofrecen un acercamiento a Dios.
Esta iglesia cristiana incluyente tiene como objetivo proveer paz entre la comunidad LGBTI; los que acuden a ésta señalan que la homosexualidad, bisexualidad o transgeneridad no se contraponen con lo espiritual; ya que hay personas que consideran muy importante llevar a cabo actividades religiosas, pues insisten en que “No hay acepción de personas para Dios”.
DISCRIMINACIÓN TODOS LOS DÍAS
Integrantes de la comunidad gay también denuncian que han sido objeto de comentarios homófobos, hasta agresiones físicas; por lo tanto, exhortaron a las autoridades a trabajar por una mayor inclusión y respeto.
“Nos ha tocado que los que más sufren de discriminación son personas que padecen enfermedades como VIH/Sida; en este tema persisten actos muy deplorables en contra de nuestros compañeros, y es necesario educar a la población de que somos seres humanos”, señalan.
En Poza Rica se ha gestionado una casa de enlace de la diversidad sexual, en la que se daría apoyo y asesoría profesional a quienes han sufrido algún tipo de discriminación; sin embargo, aún no es un hecho.
