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Mujeres solas, lesbianas y bisexuales recuperan el acceso a la reproducción asistida


2021-11-05
https://www.elcorreo.com/sociedad/salud/mujeres-solas-lesbianas-20211105134649-ntrc.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.elcorreo.com%2Fsociedad%2Fsalud%2Fmujeres-solas-lesbianas-20211105134649-ntrc.html
El Correo

«Es un día histórico». Con esta frase y entre aplausos resumieron hoy representantes de organizaciones juveniles, feministas y LGTBI y responsables gubernamentales el momento en el que Carolina Darias, sobre las 11:30 horas, firmó en la sede del Ministerio de Sanidad la orden que actualizaba la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud (SNS), la que tienen la obligación de cumplir todos los hospitales públicos españoles, estén en el lugar que estén, y que recuperaba el derecho de todas las mujeres, tengan la condición civil, personal o sexual que tengan, a la reproducción asistida pública, gratuita y sin limitaciones.

En otras palabras, era el trámite legal necesario para que las mujeres sin pareja, las lesbianas y las bisexuales recuperasen el derecho que les quitó el Gobierno del Partido Popular hace siete años y también el documento oficial que por vez primera extiende este derecho sanitario público a todas las personas transexuales con capacidad de gestar, como ordenará la próxima ley trans que impulsa y elabora el Ministerio de Igualdad. Todas ellas tendrán derecho a someterse a tratamientos de inseminación artificial o de fecundación 'in vitro', o de cualquier otra técnica futura, sin discriminaciones y sin coste alguno.

Las personas trans estrenan este derecho, pero el resto de mujeres sin pareja u homosexuales quedaron excluidas de los tratamientos de reproducción asistida públicos en noviembre de 2014, cuando la entonces ministra de Sanidad Ana Mato endureció las exigencias para tener acceso a estas técnicas en los centros del SNS con la condición de que se aplicaría solo como alternativa a situaciones de esterilidad y después de que la pareja llevase al menos doce meses de relaciones sexuales regulares mediante coito vaginal sin utilizar métodos anticonceptivos.

Las nuevas condiciones, de facto, excluían de la cartera sanitaria común a quien no tuviese pareja y a quien no fue heterosexual. Ana Mato enfrentó la críticas de discriminación que recibió de inmediato con una frase tan recordada como polémica: «La falta de varón no es un problema médico». Varias autonomías, como Andalucía, Extremadura, Canarias o Euskadi, nunca hicieron caso a la orden de exclusión de Mato y otras comunidades fueron recuperando la prestación suprimida con posterioridad. No obstante, gracias a la rectificación firmada hoy, la universalización de la prestación está asegurada en cualquier punto de España y para cualquier mujer, se hubiese suprimido allí el servicio público o no. «El derecho queda blindado», resumió Darias.

La nueva prestación abrirá las puertas a la maternidad a miles de españolas que o bien no podían plantearse esta opción fuera de la cobertura de la red pública o tenían que hacer grandes esfuerzos económicos en centros privados para cumplir con su deseo y su necesidad. El ministerio calcula que la orden puede beneficiar de forma directa a unas 8.500 mujeres al año, aunque fuentes de la sanidad privada elevan esta cifra a unas 20.000, ya que cifran hasta en un 20% de las 100.000 españolas que cada año recurren a la reproducción asistida las mujeres solas o LGTBI que lo hacen. Un porcentaje que, añaden, aumenta cada año.

La medida no solo restablece «un derecho que nunca tendría que haberse suprimido», según destacó Darias, sino que universaliza la gratuidad de unos tratamientos que muchas mujeres no tenían dinero para afrontar por sus propios medios. Estas técnicas tienen un coste en centros privados que oscila por término medio entre los 1.000 y los 6.000 euros, según se trate de una inseminación artificial -la técnica menos onerosa- o de una fecundación 'in vitro' en la que se usa el llamado método ROPA, el que implanta un óvulo fecundado de una lesbiana en el útero de su pareja para que compartan físicamente la maternidad.

La presidenta de la federación española LGTBI, Uge Sangil, señaló durante el acto de la firma que «hoy es uno de esos días en los que piensas que la política tiene sentido», porque, subrayó, «hoy hemos cambiado la vida a miles de personas». Para dejar claro que no pronunciaba palabras huecas tuvo un recuerdo para Rubén Castro, el joven transexual madrileño de 27 años que el 1 de mayo pasado, tras años de zancadillas y puertas cerradas, dio a luz a su hijo. «Las causas justas cuestan, pero llegan. La odisea que vivió Rubén para traer a Luar ya no se repetirá jamás», aseguró.