Noticias
Procesos institucionales y personas bisexuales; un libro sobre el movimiento bisexual en la CDMX
El movimiento bisexual de México posee particularidades que hacen que su historia, necesidades y demandas sociales se muevan de manera totalmente diferente a las que de forma general se describen en el movimiento LGBT, en donde la imagen e intereses del varón homosexual poseen una mayor representación.
La constante desaprobación de la bisexualidad como una orientación sexual valida por parte de una sociedad movida por los estereotipos y las normas sexuales basadas en la dicotomía hacen que los programas sociales enfocados a enfrentar la discriminación específica que padece esta población, así como sus necesidades, no sean atendidas de forma puntual.
De frente a este panorama, Jorge Yáñez López, hombre bisexual, defensor de derechos humanos e investigador jurídico especializado en temas de género y masculinidades, realizó una investigación enfocada a llenar un gran vacío en la historia del movimiento bisexual en la Ciudad de México. La información y análisis realizados por el especialista fueron publicados en forma de libro bajo el nombre Procesos institucionales y Personas Bisexuales.
“La población bisexual todavía precisa de ser nombrada para que se entiendan sus demandas, no obstante mencionarla ya es avance, partiendo de la base de que lo que no se refiere explícitamente no existe”, declaró Yañez López, en entrevista para DESASTRE, sobre la pertinencia de su publicación.
Además agrega: “El punto principal de la investigación está en fomentar la visibilidad, como sector en condiciones de vulnerabilidad, ante las agendas públicas para el diseño, Implementación y evaluación de acciones de gobierno en materia de desarrollo social”.
El texto presentado por el investigador está dividido en tres partes y en él se describe el proceso de institucionalización del movimiento bisexual de la Ciudad de México. El documento aborda la lucha y los avances en materia de derechos humanos que este movimiento ha emprendido por medio de una agenda enfocada a trabajar por la dignidad de las personas bisexuales.
“El movimiento bisexual rompe la perspectiva binaria (gay-hetero), la norma de pertenecer a un polo o a otro, y desde este enfoque dicotómico lo que queda en medio se lee como un estado transicional… Las personas bisexuales son leídas socialmente como no definidas y como interesadas en relacionarse con todo tipo de personas”.
Con anterioridad, Yañez publicó el libro Percepciones Sociales en torno a la Bisexualidad, documento, que al lado del Informe sobre la Situación de las Bisexualidades en la Ciudad de México, sirven como punto de partida de su nuevo libro.
A través de datos duros recolectados en sus investigaciones anteriores, el investigador informa que hay una ausencia de registros administrativos en las dependencias públicas sobre esta población y que el fenómeno discriminatorio está ampliamente extendido en contra de las personas bisexuales.
“De manera específica, se sigue identificando a las personas bisexuales en lo LGBTTTI, como un paquete sectorial y no como un bloque de subsectores sociales con necesidades independientes”, indica el investigador, al evidenciar que pese a que existen labores por parte de dependencias gubernamentales, como la Procuraduría General de Justicia y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Para el también integrante del Consejo de Apoyo de la Red Interinstitucional de Atención a la Diversidad Sexual (RIADS) de la Ciudad de México, es necesario que se produzca información que retrate la realidad de las personas bisexuales en materia de salud, trabajo, desarrollo social, y educación. Con el fin de llenar un vacío en la generación de programas sociales destinados a subsanar estas problemáticas surgidas de la discriminación y la bifobia. Ahí la importancia de un libro como el que presenta el investigador.
Por una parte, Procesos institucionales y Personas Bisexuales es un texto que servirá a quienes trabajan en la administración pública para conocer la pertinencia de establecer presupuestos para segmentos de la población que tienen necesidades específicas y diferenciadas.
Mientras que a la población en general le aportará un panorama más amplio acerca de la vida de las personas LGBT, rompiendo estereotipos y profundizándose en sus demandas como ciudadanos que merecen igualdad y respeto.
