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Joven homosexual iraquí es perseguido por afirmar que “Alá es gay”
Desde hace años la vida de Amed Sherwan ha sido complicada, ya que siendo iraquí y de familia musulmana se ha vivido desde muy joven como una persona abiertamente homosexual. El fuerte prejuicio en contra de la homosexualidad que existe en Iraq lo llevó a escapar a Alemania, donde ahora es perseguido y amenazado de muerte por asumirse como ateo, exmusulmán y brindar su apoyo a las personas LGBT que practican el islam.
La persecución en su contra inició cuando hace unos días publicó en Facebook un texto en el que se mostró solidario con las personas LGBT que practican el islam y que dicha religión les hace tener conflictos con su orientación sexual e identidad de género.
En dicha publicación, Sherwan sugirió de Dios podría incluso ser gay, algo que enfureció a creyentes del islam y comenzaron a enviarle amenazas de muertes.
“Antes de ir a la fiesta del Orgullo Gay en Berlín escribí un post diciendo que lo que hacía era para apoyar a la escena musulmana LGBTIQ y que si sus miembros creen en Dios, seguro que creen que Dios puede ser gay. Recibí muchas respuestas positivas, pero también amenazas. Del tipo ‘sabemos dónde estarás’ o ‘Te vamos a apalear’”, explicó Sherwan.
Los ataques en su contra en las redes sociales se intensificaron, por lo que denunció el hecho ante la Oficina Estatal de Policía Criminal de Berlín, instancia que puso a su disposición 10 elementos de seguridad para que lo acompañarán a la marcha del orgullo, donde portó dos carteles que decían: “Ex musulmanes por la diversidad” y “Solidaridad con los musulmanes LGBTIQ”; asimismo, portaba una playera que decía “Alá es gay”.
De acuerdo con las declaraciones del joven de 19 años, parte de la persecución en su contra es liderada por su primo, un criminal con un largo expediente delictivo que ingreso a Alemania de manera ilegal desde iraq y quien le envió mensajes asegurando que lo asesinaría para salvar el honor de su familia.
Amed Sherwan fue sometido a un exorcismo con consentimiento de su madre, fue encarcelado 13 días por cuestionar las ideas religiosas del islam luego de ser denunciado por su padre. A los 15 años decidió abandonar su país y con ayuda de sus padres, quienes lo consideraban una deshonra para la familia, pudo dejar iraq.
Al llegar a Alemania, se sintió libre y feliz por vivir en un país donde podía ser ateo y no enfrentarse a sanciones. No obstante, hacer públicas sus ideas como exmusulman a través de un blog lo ha expuesto a agresiones de personas musulmanes que viven en el país.
“Tengo mucho que contar, y no cabe ni en un blog ni en una entrevista. Mi historia no es la típica de los otros refugiados que vienen a Alemania. La mía está cargada de contenido político… Gracias a Alá, me he hecho ateo”, explica.
Con información de El País.
