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Este colegio feminista apuesta por una educación incluyente LGBT y no sexista
En Chile existe un proyecto pedagógico llamado Colegio Latinoamericano de Integración, donde se ha establecido una política educativa de inclusión, no violencia y feminismo. En él acuden niñas y niños LGBT, y se capacita al personal docente en temas de sexualidad, género y derechos humanos. En la comuna de Providencia, al nororiente de la capital chilena se ubica el Colegio Latinoamericano de Integración. La directora, Rosario Olivares, profesora en filosofía es quien ha instaurado un plan de educación no sexista.
El año pasado, por medio del Ministerio de Educación, llegó una cartilla donde se exponían observaciones a docentes y dirigentes de las escuelas para actuar en casos de matricular a niños o niñas trans. Y es que en el colegio que Olivares dirige hay una niña trans, Alicia.
“No queríamos solo matricular a Alicia bajo esa circular, sino que queríamos educar a toda la comunidad acerca de cómo se educa en escuelas diversas, donde hay gente que tiene distintas orientaciones sexuales y cómo trabajar con niños y niñas trans”, dijo Olivares.
La circular del Ministerio de Educación señala que el personal educativo debe respetar los derechos del alumnado y tiene la obligación tomar medidas para proteger a las infancias y juventudes trans en casos de discriminación, acoso, vulneración de su intimidad y malos tratos físicos y psicológicos. También se añade que los padres y madres del estudiante pueden pedir el reconocimiento de la identidad de género de su hijo o hija, así como medidas de apoyo.
En el Colegio Latinoamericano de Integración van más allá de esas medidas. Hace un par de semanas añadieron temas de género a su planificación de estudios del mes de mayo.
En la asignatura de Educación Física se abordaron pláticas sobre el conflicto que viven los y las atletas trans en los Juegos Olímpicos. En Historia se revisó a las mujeres que transformaron Chile; y en el Taller de Arte trabajaron con una intervención llamada “La Casa Trans-parente”, aludiendo a la instalación “La casa de vidrio”, de Daniela Tovar en 1999.
Por su parte, el grupo docente recibió un taller sobre sexualidad, género y derechos humanos, el cual fue impartido por la historiadora y activista trans, Romina Ramírez.
“Es el Estado quien debería entregar esas capacitaciones a los y las docentes. El cuerpo docente actual es incapaz de responder a las problemáticas que derivan del sexismo y heterosexismo. Para entender todo, más allá de las herramientas que te pueda otorgar una circular, lo que tiene que entender los profesores es la sexualidad. Los docentes que saben de estos temas son porque ellos solos buscan esa información, pero en la formación docente no existe”, añadió Olivares.
Alicia, ser una niña trans en un colegio feminista
A inicios del año Alicia llegó al colegio con un avanzado proceso de transición gracias al apoyo de su madre y su padre. En el colegio utiliza el baño de mujeres y es llamada por su nombre social por parte de sus compañeros y docentes.
“Las niñas y niños trans tiene derecho a que las escuelas no los incluyan como una cosa de discriminación positiva, sino que la escuela se transforme con ellos”, sostiene la directora Olivares.
Olivares está trabajando con varios Liceos (centros de educación media superior) para que las y los niños y jóvenes trans continúen su recorrido académico en espacios educativos donde se respete su identidad de género.
“La mayor resistencia viene de directivos y profesores, sin embargo, son los estudiantes quienes están super abiertos a discutir. Los y las estudiantes no se olvidan y siguen planteando estas temáticas que saben hay que defender, tratando de cambiar esos colegios que están separados por género y que los hacen estar manifestándose en las calles”, concluyó Olivares.
Con información de Radio Universidad Chile.
