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Liberan al asesino de Itzel Durán, mujer trans de 19 años asesinada en Chiapas; activistas exigen justicia
El pasado 13 de febrero la juez de Control y Enjuiciamiento, Renata Cabrera Sánchez, determinó que no existen pruebas suficientes para acusar de homicidio a Jonathan Miramontes Hidalgo, quien se encontraba detenido por presuntamente asesinar a Itzel Durán, una joven trans de 19 años. Ante la decisión, activistas y personas trans y no binarias se manifestaron para mostrar solidaridad con la familia y posicionarse en contra del fallo emitido por parte de las autoridades de justicia de Chiapas.
Itzel fue asesinada el 8 de octubre de 2016 en su domicilio en Comitán, Chiapas. Según el Diario de Chiapas, fue apuñalada por dos hombres que ingresaron a su casa. Vecinos la escucharon gritar y llamaron a urgencias; sin embargo, para cuando las ambulancias llegaron, la joven ya había muerto.
En 2015 fue nombrada Nuestra Belleza Gay de Comitán y participaba en concursos de belleza.
LA DETENCIÓN Y LAS OMISIONES
Luego de dos días del asesinato de Itzel, la Policía Especializada arrestó al presunto homicida, un joven llamado Jonathan Miramontes Hidalgo, de 25 años. Fue detenido cuando manejaba su camioneta, sin embargo, al momento de presentarlo ante la Fiscalía, elementos de la policía abordaron el vehículo y lo condujeron hasta la instancia de justicia.
El actuar de la policía fue erróneo, pues no aplicaron debidamente el protocolo, el cual obliga a no contaminar las evidencias. Pese a esto, las investigaciones confirmaron que en las ropas del detenido había restos de sangre de Itzel.
Miramontes pasó por el procedimiento que determina el nuevo código penal.
En una primera audiencia, llamada “audiencia de control”, el juez buscó determinar si se cumplieron o no los requisitos de detención y si se respetaron los derechos humanos del detenido. A pesar de que hubo un incumplimiento por parte de los elementos policiales al manejar las evidencias, Miramontes fue citado a una segunda y tercera audiencia.
Durante una de las audiencias, Miramontes afirmó ser el asesinó de Itzel.
“La juez desestimó su declaración y determinó que no existen los elementos probatorios para determinarle una responsabilidad al detenido, puesto que la policía incumplió los protocolos al momento de su detención y el resguardo de las evidencias del caso”, dijo Rocío Suárez, directora del Centro de Apoyo a las Identidades Trans (CAIT), una organización dedicada a la defensa de los derechos humanos de la población trans, en entrevista para DESASTRE.
Suárez cuestionó las razones por las que el caso llegó a una tercera audiencia cuando desde un inicio se hubiesen podido detectar los vicios que sufrió el protocolo ante el actuar de los policías. De esta manera, se habrían resuelto los problemas para que el Ministerio Público articulara, con base en evidencias, el caso de Itzel.
“Notamos que la policía incumple los protocolos que tienen diseñado sobre resguardo de evidencias, y esto tiene una implicación directa en el acceso a la justicia para las mujeres trans en México”, señaló Suárez.
En 2016, Paola Ledezma, mujer trans trabajadora sexual de 22 años; Itzel Durán; y Alessa Flores, activista y trabajadora sexual de 28 años, fueron asesinadas. De estas pérdidas, el caso de Durán ha sido el único que ha llegado a una “decisión resolutiva” emitida por un juez.
En el caso de Paola también existieron irregularidades con el manejo de evidencia, lo que obstaculizó la detención de Arturo Felipe Delgadillo, un exmilitar que en la primera audiencia reconoció haber disparado contra Ledezma “porque no le dijo que era hombre”.
Hoy existe una orden de reaprehensión en su contra que no se ha cumplido.
En el caso de Alessa no se ha logrado identificar al agresor.
¡JUSTICIA!
Los familiares de Itzel junto a un abogado apelarán la resolución de la jueza Cabrera; además, exigen que existan medidas precautorias para ellos y otros testigos por motivos de seguridad. Asimismo, piden que se deslinden responsabilidades por el actuar de la policía al momento de la detención del presunto asesino de su hija.
“A las exigencias de los familiares de Itzel yo también determinaría que se deslinden responsabilidades a los jueces porque permitieron que llegara hasta una tercera audiencia puesto que desde la primera existió un vicio”, agregó Suárez.
El viernes 16 de febrero, después del sismo que agitó la memoria de las y los capitalinos, un grupo de activistas, personas trans y no binarias se reunieron en el Ángel de la Independencia para realizar un acto en solidaridad y exigencia de justicia para Itzel.
Caminaron por Avenida Reforma gritando “¡justicia!”. Cuatro personas sostuvieron una manta morada en la que se leía “NO + asesinatos impunes”. Dos cruces, una en color rosa y otra morada, fueron levantadas mientras se dirigían a la representación del estado de Chiapas con la intención de realizar una clausura simbólica.
Durante el recorrido sus voces pronunciaron con fuerza: “¡Si Itzel viviera con nosotras estuviera; si Paola viviera con nosotras estuviera; si Alessa viviera con nosotras estuviera!”.
Por Georgina González.
Imagen tomada de Animal Político.
