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Crean asilo que protege a adultos mayores trans en Indonesia
Una casa en la ciudad de Yakarta en Indonesia fue acondicionada para servir como refugio para mujeres trans de la tercera edad. Además, cuenta con un salón de belleza y es sede del Foro de Comunicación Waria (FKWI), una organización que promueve la educación y la unidad entre las waria (término utilizado en la región para referirse a las mujeres trans).
El refugio se ubica en Depok, una zona musulmana tradicional y conservadora en la periferia de Yakarta. En Indonesia casi el 88% de su población es musulmana y practica el islam de forma moderada; sin embargo, los últimos años se han registrado prácticas extremistas, las cuales han ocasionado que las waria sean víctimas de violencia generada por grupos radicales.
La casa funciona como asilo para las waria, quienes se desempeñaban como estilistas o trabajadoras sexuales y que actualmente no pueden sustentarse económicamente. Ahí tienen la posibilidad de realizar actividades de cocina y elaborar textiles.
El asilo es sede del FKWI, una organización fundada por Yulianus Rettoblaut, mejor conocida como Mama Yuli, una waria de 56 años que está al frente del refugio.
“Las warias han sufrido en mayor medida la respuesta de grupos ultraconservadores, ya que los homosexuales pueden esconderse, pero nosotras no podemos hacer eso, porque somos más visibles”, comentó Mama Yuli en entrevista para la Agencia EFE.
Para Mama Yuli ser un ejemplo es importante. En 1984 comenzó a ejercer el trabajo sexual, en 1996, cuando aún ejercía el oficio, inició su activismo social, pues se dio cuenta que las mujeres como ella vivían mucha discriminación, violencia física e incluso podían ser asesinadas. En 2015 terminó su maestría en derecho y actualmente cursa un doctorado en la Universidad de Jauabaya.
“Decidí ir a la escuela para educarme y ser capaz de ayudar a mis amigas, mi comunidad. Cómo podemos entender los derechos y deberes de los ciudadanos si no los aprendemos”, dijo Mama Yuli.
Oma Oti, una waria de la tercera edad que se encarga de cuidar el refugio, comenta que la casa se construyó hace siete años y que tiene capacidad para 15 personas.
“Nos preocupa cuando alguien se enferma, porque nadie puede garantizar que alguien las cuide”, expresó Oma Oti.
Líderes musulmanes se niegan a enterrar a las warias como mujeres, ya que en el islam el arreglo fúnebre está en función del género biológico de las personas.
“Nosotras mismas lavamos a aquellas que son musulmanas, que tienen pecho y cuerpo de mujer”, dice Mama Yuli.
La población LGBT vive un aumento de violencia en el país desde 2016, y, aunque tradicionalmente las waria han sido más aceptadas que las lesbianas y gays, la sociedad ha incrementado su postura de rechazo hacia las mujeres trans, al grado de ser detenidas, ridiculizadas y de bloquear sus fuentes de trabajo.
Con información de Clarín y Agencia EFE. Imagen tomada de Huffington Post.
