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Joven transgénero es obligado a participar en obra de teatro transfóbica
Alan Guerrero, un joven transexual de 19 años que estudia en el Instituto de Estudios Superiores de Vigo (IES), ubicado en Vigo, provincia de Pontevedra, España, está siendo forzado a participar en una obra de teatro de carácter transfóbico. La ficción es un musical escrito por los estudiantes del IES para la asignatura de Animación Visual en Vivo. El guion narra la vida de una persona transgénero procedente de una familia desestructurada.
El personaje principal es Martín, hijo de una trabajadora sexual y de un hombre con conductas machistas y opresoras. La trama cuenta cómo Martín secuestra mujeres a las que desea parecerse.
Alan, quien estaría obligado a encarnar este papel, señaló que la forma en la que está estructurada la obra supone que la transexualidad es consecuencia de una infancia anormal o que se trata de una patología.
“No me gustó nada porque iba contra mí. Era algo que me ofendía. Yo he vivido cosas que están allí. Están haciendo entretenimiento de algo que se sufre”, declaró Alan.
En consecuencia, Alan Guerrero y un grupo de compañeros iniciaron una serie de protestas para pedir al profesorado que el guion de la obra sea modificado. Sin embargo, la planta docente hizo caso omiso y pidieron al afectado “tomar las cosas con sentido del humor”. Asimismo, señalaron que los comentarios despectivos son emitidos por el padre del protagonista, quien también se destaca por discriminar a las mujeres.
Frente a la negativa, el estudiante enfatizó en que las quejas estaban mayormente dirigidas al perfil del personaje principal y a la actitud de Penélope, una de las mujeres apresadas por el protagonista.
“Si se intenta hacer comedia de algo que hace daño a otras personas, se fomenta que la gente te haga comentarios que creen que son graciosos pero que no lo son”, expresó Alan.
Guerrero decidió presentar una queja formal al director del centro educativo, Francisco Herbello, quien argumentó: “En una película bélica el protagonista es el héroe que tira bombas y nadie lo ve mal. Cuando estamos trabajando con ficción hay muchas cosas que evidentemente pueden ofender”.
Finalmente, Alan reveló que sus quejas, lejos de hacer recapacitar a las autoridades de la institución, generaron presión hacia él para participar en el proyecto, pues de lo contrario sería suspendido de la asignatura.
“Prefiero suspender que participar en esto porque no voy a trabajar en algo que me ofende. Si se produce una situación tránsfoba en el colegio no voy a esconderme, lo mínimo que puedo hacer es combatirla”, dijo.
Con información de Código Nuevo. Imagen de Código Nuevo.
