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Transición con puños; estos hombres trans combaten la transfobia a través del boxeo
Agitación, sudor, un gancho, un crochet, dolor, contacto con los guantes, todo se repite. Mientras esquivan y reparten golpes, dos hombres mantienen la concentración y buscan demostrar lo mucho que han avanzado en su entrenamiento. Al fondo su instructor los anima a no darse por vencidos. Se trata de Luis y Emilio, dos amigos que practican box de forma profesional, pero no son deportistas cualquiera, ellos son hombres transgénero y activistas comprometidos con la lucha por los derechos de las personas LGBT. Gracias a las redes que han creado a lo largo de sus vidas, hoy forman parte de un proyecto que instrumentaliza el boxeo como una forma de visibilizar a los hombres transgénero y sus necesidades; así como para facilitar su transición.
“FTM Boxers” es un proyecto impulsado por Fraternidad Transmasculina (FTM) y por la asociación civil Proyecto Transgénero, dos organizaciones civiles que defienden la dignidad de las personas trans en Ecuador e impulsan la inclusión de esta población en el mundo de los deportes. Este proyecto se desarrolla como un programa deportivo que busca servir como soporte y acompañamiento a los hombres trans que han iniciado su transición.
“Tenemos frustraciones, este es un espacio donde estamos tranquilos y en confianza, afuera el mundo cambia. Aquí le damos un gancho a los problemas”, señala Bruce, un joven trans de 33 años que inició su proceso de transición hace dos años y su entrenamiento hace unos meses.
Los entrenamientos de boxeo son utilizados por los jóvenes para acelerar su masculinización y hacer que el proceso de transición no sea complicado. Además, el centro en el que se realizan los entrenamientos sirve como un espacio seguro de construcción de redes de apoyo y de comunidad.
“El box ha servido para sacarnos al aire, te quedas liviano, con ganas de irte a acostar, Con la testosterona soy más hiperactivo de lo normal, hacer ejercicio fue la mejor opción”, detalla Emilio, un joven de 17 años de edad.
Por su parte, Leo, otro de los integrantes del grupo afirma: “Al principio, el proceso da miedo, por los cambios que se ven. La adrenalina sube, el calor es insoportable en la noche, hay ira, y el box es un buen ejercicio para descargar, controlarse y como autodefensa”.
Debido al impacto que ha generado este proyecto en la vida de los hombres transgénero, Fraternidad Transmasculina y Proyecto Trans, con el apoyo del Ministerio del Deporte de Ecuador, lanzaron una exposición fotográfica que retrata a los jóvenes deportistas a la vez que expone sus procesos de transición y la forma en la que el proyecto ha cambiado sus vidas.
Los jóvenes afirman que “lo que no se ve no existe”, por ello insisten en realizar este tipo de exposiciones para demostrarles a las personas que ellos son capaces de participar en todos los procesos sociales, ya que actualmente, afirman los activistas y deportistas, están relegados en todo sentido.
“Las normas que tienen las instituciones son para cuerpos binarios, y queremos un espacio inclusivo para nuestros cuerpos donde nosotros también podamos practicar deporte sin discriminación o vergüenza. Este es un largo camino por un derecho que nos apasiona ya que el ejercicio y la recreación son importantes para todas las personas y lo son mucho para nosotros en nuestra auto percepción masculina”, afirman los integrantes a de Fraternidad Trans Masculina.
La exposición, titulada FTM Boxer, estéticas transmasculinas en el cuadrilátero, se inauguró el pasado 27 de noviembre en el Consejo Nacional Electoral, con ella buscan incidir en la percepción de la sociedad sobre las personas trans. De acuerdo con el Consejo para la Igualdad de Género de Ecuador, las personas trans del país se enfrentan a grandes dificultades para acceder a servicios de salud y padecen constantemente discriminación, exclusión y violencia.
Con información de Extra.
