Cuando el caso llega a ADESPROC Libertad, procedemos a realizar envío de notas a diferentes instancias estatales, entre ellas la Fiscalía y la Policía boliviana, con el fin primero de precautelar el derecho a la privacidad e imagen de las personas imputadas y de las personas que se encontraban en el lugar ese día, para que no se difunda ninguna grabación y para que no se presente a los imputados en conferencia de prensa. Nos presentamos en la audiencia de medidas cautelares que se llevó a cabo junto a la Defensoría del Pueblo y otras organizaciones LGBT. Posteriormente se sostuvieron reuniones con la Unidad de Trata y Tráfico de la Policía Boliviana y con la Fiscal asignada al caso para explicar el contexto de lo sucedido y frenar todo intento de criminalización a población LGBTIQ+. Actualmente los imputados se defienden en libertad y realizamos el seguimiento de las actuaciones de la fiscalía a través de una constante comunicación con el dueño del local, lo que nos permitió también apersonarnos el día de la reconstrucción de los hechos para verificar que en el lugar no existían cámaras en que filmaran a las personas, mas que en vestidores por temas de seguridad, y además para precautelar cualquier intento de alteración del lugar por cualquier persona implicada.