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Así funciona la primera Casa Trans de Perú


2017-10-23
http://agenciapresentes.org/2017/10/23/asi-funciona-la-primera-casa-trans-peru/
AGENCIA PRESENTES

La Casa Trans Zuleymi es un centro de paso, donde las personas trans en situación de calle, migrantes o víctimas de violencia pueden encontrar orientación, información y un hombro en el cual apoyarse. Un hombro amigo y confidente. Un hombro de una persona trans que entiende sus problemas pues ha pasado por situaciones similares.

En el límite de los distritos limeños de Surquillo y San Borja, la Casa Trans Zuleymi está en el tercer piso de una vivienda de fachada azul. Subiendo las escaleras de cemento se encuentra la primera casa trans del país.

Quién era Zuleimy

Zuleimy Aylen Sánchez Cárdenas es una de las adolescentes que formó parte de esa lista fatal. Solo tenía 14 años, vivía en Trujillo y era una chica trans. Fue asesinada en mayo de 2016. Le dieron cuatro balazos en la puerta de su casa. No se conocen detalles exactos del homicidio, pero hay testigos que dicen fueron dos personas que llegaron en una moto y le dispararon. Otros cuentan que fueron sus amigos mientras tomaban alcohol.

La Casa Trans recoge el nombre de Zuleimy para recordarle al Estado que no está haciendo mucho por proteger a las niñas trans, ni a la población trans en general. “Esta casa nace por las mujeres trans, niñas y adolescentes. Muchas de ellas son migrantes de la selva del Perú, que llegan a Lima por la que nosotras hemos denominado ‘la ruta crítica’”, cuenta a Agencia Presentes Miluska Luzquiños, activista y fundadora de la casa trans.

Esta ruta, explica Luzquiños, está impregnada de violencia. Inicia cuando las niñas deben de salir de sus casas porque sus familias no aceptan su identidad de género. Sigue con la violencia institucional, al no tener ningún lugar que las refugie. Finalmente, en la capital del Perú y sin alternativas, viven hacinadas en el Centro de Lima y sobreviven prostituyéndose.

Al salir de sus hogares siendo menores de edad muchas no cuentan con DNI. Adquirir su ciudadanía, aun así no refleje la identidad de género correcta, es la primera barrera vencida. Por ello, la Casa Trans Zuleymi también “busca generar la vinculación y acompañamiento a personas trans sin DNI, contactándolas con la Gerencia de Restitución de la Identidad del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec)”, explica Sandy Sussel Ruiz, coordinadora de la casa.

Según el Informe Anual del Observatorio de Derechos LGBT 2016, durante ese año se reportaron 191 casos de vulneraciones de derechos humanos hacia mujeres trans femeninas y 19 hacia hombres trans. Además, según la misma fuente, en Perú hubo 7 homicidios a mujeres trans durante el año pasado.

Un registro de violencias trans regional

Si la persona que llega ha sufrido algún tipo de violencia, queda registrada en la base de datos del Centro de documentación y situación Trans de América Latina y el Caribe (CEDOSTAL).“La mayoría de casos de violencias son robos, o violencia de parte de policías que les echan agua cuando están en sus trabajos. También hay transfeminicidios de sus propias parejas; familias que las botan y violencia enmarcada en la prostitución”, cuenta Edgar Padilla; persona de género no binario que se encarga del registro del CEDOSTAL.

En el primer mes ya registró de 30 casos de violencia: es decir, un caso por día. Padilla señala que no es fácil que las chicas trans brinden la información. Muchas tienen miedo. O simplemente se sienten muy cohibidas para hablar, porque arrastran una historia de discriminación. Hay que tener un acercamiento amigable y crear un ambiente seguro y de confianza, cuenta Padilla.

Este registro tiene como finalidad presentar un informe sobre la problemática de las mujeres trans en aspectos de derechos sociales, económicos, políticos, civiles y culturales en el mes de diciembre en el Congreso de la República, especifica Luzquiños.

Pruebas de VIh

Sandy Sussel Ruiz, coordinadora de la casa trans Zuleymi, cuenta que otro de los servicios que se ofrece es el de tamizaje y pruebas rápidas de VIH. La población de mujeres trans está entre los grupos más vulnerables a adquirir el virus. Pero además, por desconocimiento y falta de acceso a tratamiento, también son un grupo de extrema vulnerabilidad en la convivencia con el virus.

En el primer mes, ya hay 18 mujeres trans vinculadas a servicios de salud tras dar positivas en sus pruebas. Además, junto al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables se logró ubicar a 7 niñas trans que vivían en las calles para situarlas en albergues.

A las chicas que han experimentado situación de violencia también se les brinda asesoramientos psicológico. Una profesional que llega a la casa una vez por semana. Los sábados y domingos se dictan talleres de escritura y lectura, que buscan luchar contra el alto índice de analfabetismo entre las mujeres trans de Perú.

Empoderar a la mujer trans

“La educación es el único instrumento que nos va a sacar de la pobreza. Mientras más empoderada esté la mujer trans, mientras más conozca sus derechos, no se va a dejar ni va a permitir que el funcionario, la familia o la pareja pise sus derechos”, comenta Luzquiños. Y añade que sólo una población trans con acceso a cultura, información y educación podrá luchar por su identidad de género y por el resto de sus derechos.

Para Sol Luisiana Espinoza, administradora de la casa trans, “hubo muchos proyectos en que los que vinculaban eran cisgénero y no tuvieron tan buenos resultados. Lo que nosotras hacemos es buscar personas que sean iguales, que el trato sea de tú y a tú, que conozcan sus vivencias, buscar las maneras de cómo llegar a nuestra propia población”.

Miluska Luzquiños, reconoce que hay funcionarios que tienen un total desconocimiento sobre cómo tratar a una mujer trans o no saben nada sobre la identidad e género. “Desde que empiezan a estigmatizar a las mujeres trans hay un rechazo de esa usuario del servicio”.

El futuro de la Casa Trans

Por el momento, el financiamiento de esta casa y refugio trans corre por cuenta de Synergia, Initiatives for Human Rights. Ellos aportan el sostén económico.

La Casa Trans Zuleymi planea tener el primer comedor popular trans y la primera casa albergue trans enfocada en la educación.  Esperan concretar estas acciones en los dos primeros trimestres del 2018.

“Lejos de que un grupo poblacional se quiera cambiar el nombre, también necesita comida y medicamentos”- dice Luzquiños-. “Son necesidades básicas que debemos de cubrir. Inicialmente nosotras y luego buscar la sostenibilidad de parte del Estado”.