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25N: Día internacional de la eliminación de la violencia de género
El 25 de noviembre se celebra el día contra la violencia de género y es importante recalcar que esta también afecta a las mujeres transexuales, que además de sufrir violencia machista, sufren discriminación por ser un colectivo minoritario, estigmatizado y a menudo precario. Juani Bermejo-Vega, activista queer trans, física, informática, experta en computación cuántica y actualmente investigadora con una de las prestigiosas becas Marie Curie – Athenea3i en la Universidad de Granada a protestado contra este hecho tan silenciado.
La extremeña activista y promotora de los derechos laborales, la investigación responsable, la diversidad, la igualdad, la inclusión y la creación de espacios seguros en ciencia, explicó en una entrevista con la agencia EFE que muchos tipos de violencia tales como la psicológica o la sexual son en muchas ocasiones «difíciles de ver» y esto se agrava en el caso de las mujeres trans.
Bermejo trata de crear espacios donde hacer la ciencia y tecnología libres de acoso psicológico, sexual o violencia de género.
«La mayor parte de la violencia de género que hay hacia las mujeres es invisible, sobre todo en el caso de minorías. Personas no normativas, con menos privilegios, que sufren más acoso», indica la investigadora.
Lamenta además que las mujeres transgénero son «objetivizadas, fetichizadas y deshumanizadas«.
También ha considerado que, aunque haya quien pueda «obviar» a las trans con motivo el 25 de noviembre, todas las mujeres tienen que estar unidas porque no es viable un «activismo excluyente«: «Si nos tocan a una, nos tocan a todas«, recalcó. Defiende que no hay que hacer distinciones entre mujeres.
Juani Bermejo Vega
Kim Joaquina Pérez, profesora y activista por los derechos humanos y la primera persona transexual que formó parte de una candidatura electoral en nuestro país también se ha pronunciado al respecto, recordando al igual que Bermejo que las mujeres transexuales también sufren violencia machista.
«Quien ataca a una persona trans lo hace porque va vestida de mujer, le provoca indignación o incluso morbo, no es sencillamente una agresión contra una persona indeterminada«, expresa Pérez.
La activista ha insistido en que no se hace lo suficiente para hacer visible este tipo de violencia que sufre el colectivo por el hecho de ser mujer.
También recuerda que las personas trans tienen un recorrido complicado desde su infancia que suele ser «muy serio, muy amargo y realmente difícil» y que para combatir esto es necesario potenciar una mejor educación y pedagogía con respecto al colectivo, que en estas etapas suele ser objeto de burla y ataques.
Como ejemplo de la violencia que sufren particularmente las mujeres trans ha hecho referencia a los hombres que buscan prostitutas transgénero para mantener relaciones sexuales y terminan agrediéndolas. Según ella «hay una cuestión de deseo combinada con una sensación de vergüenza que se resuelve mediante la violencia«.
