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La calumnia, la película lésbica de Audrey Hepburn y Shirley Maclaine de 1961
¿No la has visto? La calumnia (William Willer, 1961) es una obra de arte, como la mayoría de las películas de la época dorada de Hollywood. Un Hollywood que estaba lleno, llenísimo, de actrices lesbianas y bisexuales, pero que no se atrevía jamás a hablar nunca más allá del heterocentristmo del momento. (Por cierto, hay una película, El celuloide oculto, que aborda magistralmente el tema de la censura LGTB en el Hollywood dorado).
En ella Audrey Hepburn y su coprotagonista, Shirley MacLaine, ambas directoras de un prestigioso colegio femenino, se sienten irrefrenablemente atraídas pero no lo saben hasta que una alumna las acusa de lesbianismo por un comentario íntimo que les oye decir. Pero no te hagas ilusiones. La censura era la reina de aquella época, y si La calumnia la pudo esquivar es solo porque trató el temo como algo enfermizo, donde MacLaine se deja llevar por sus sentimientos, pero Audrey, cómo no, se percata de que todo es muy perverso y maligno. No te contamos como acaba pero vamos....te lo puedes imaginar.
Sin embargo, es una película digna de verse porque, como hicieran en Me siento extraña, Bárbara Rey y Rocío Durcal, sacar el tema en un proyecto fílmico mainstream ya era todo un acto de activismo lésbico, aun cuando todo estuviera revestido de machismo y dogmatismo. Como en el caso de Rocío y Barbara en España -la película salió cuando ambas estaban en la cresta de la ola de su carrera y hay quien dice que hundió la carrera de la Durcal en su país-, Audrey grabó este film cuando era la actriz más eminente del Hollywood dorado.
