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El transfeminicidio de Thalía Rodríguez conmociona a población LGBTI+ en Honduras


2022-01-11
https://agenciapresentes.org/2022/01/11/el-transfeminicidio-de-thalia-rodriguez-conmociona-a-poblacion-lgbti-en-honduras/
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HONDURAS, Tegucigalpa. “Tengo miedo, vení ayudame” fueron las últimas palabras de la líder trans Thalia Rodríguez, de 45 años, antes de que dos hombres la asesinaran el lunes a las 11:30 de la mañana de varios balazos en la cabeza cuando estaba en su casa, en las faldas del cerro Juana Laínez, al sur de Tegucigalpa, Honduras. Su pareja Walter, que acompañaba a Thalía en el momento del atentado, recibió heridas de bala en varias partes del cuerpo, pero logró sobrevivir al ataque. Una ambulancia lo trasladó a un centro hospitalario para atenderlo.

Personal de Medicina Forense se encargó de levantar el cuerpo de Thalía dentro de la vivienda. Entretanto, varios elementos policiales resguardaban la zona. Además de la activista trans, en la casa había otras personas, quienes no resultaron heridas durante la balacera. 

Thalía iba vestida con camisa blanca al momento de morir, según el vocero de la Dirección Policial de Investigación (DPI), Cristian Nolasco, quien agregó que el levantamiento del cuerpo de la líder LGBTIQ+ duró de una a dos de la tarde. Se trató de un “homicidio por arma de fuego” en el que Thalía “murió en la escena”, dijo Nolasco. Agregó que Thalía vivía en unión libre y era originaria de Olancho, en el oriente de Honduras.

Thalía, nacida en 1976 y residente en Tegucigalpa desde los dos años de edad, había trabajado durante mucho tiempo en la defensa de los derechos de las mujeres trans.

Además, era reconocida como una líder por la comunidad donde vivía, en las faldas del Juana Laínez. Sus vecinos la saludaban alegremente a su paso por las empinadas calles de la colonia. Thalía también era conocida por su trabajo a favor de la legalización de las tierras de la colonia en la que residía. 

Thalía fue una reconocida defensora de los derechos trans.

 Una líder reconocida por la comunidad trans

“Exigimos que la nueva presidenta, Xiomara Castro, se pronuncie sobre el asesinato de Thalía Rodríguez y muestre su compromiso con la construcción de un Honduras más incluyente”, dijo la coordinadora de la Red Lésbica Cattrachas, Indyra Mendoza, sobre el asesinato de la conocida activista trans.

Thalía trabajó con la organización Cattrachas y era voluntaria de Cozumel Trans, entre otros grupos de defensa de la diversidad sexual. Cattrachas es uno de los grupos de derechos humanos más reconocidos de Honduras, donde ha alcanzado logros notables.

Uno de esos logros fue la condena, a mediados de 2021, del Estado hondureño por el asesinato de la activista trans Vicky Hernández, quien murió el 28 de junio de 2009, durante el toque de queda por el golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya. 

“Thalía venía luchando desde hace muchos años para que en Honduras la comunidad trans tuviera derechos”, dijo la directora de la asociación trans Muñecas de Arcoíris, JLo Córdova.

“Ella era una guerrera porque peleó siempre por nuestros derechos. Condenamos y repudiamos su asesinato. Ya no más crímenes de odio contra nuestra comunidad. Estamos indignadas por este vil asesinato”, agregó Córdova.

El emprendimiento la salvó

Thalía era una de las pocas mujeres trans en Honduras que tenían negocio propio. Por más de una década fue dueña de una abarrotería en la colonia donde residió durante cerca de 30 años. Su negocio le permitió dejar el trabajo sexual.

 Hace poco más de un año, Thalía había tenido que cerrar su pequeña tienda hecha de tablones blancos, en el histórico cerro Juana Laínez, debido a las deudas, las escasas ventas y los problemas derivados de la pandemia del coronavirus. “No fue fácil, pero tampoco imposible” mantener su negocio durante tanto tiempo, había confesado en una de sus últimas entrevistas.

Thalía vivía rodeada de sus amados perros en una de las tantas zonas pobres de Honduras, donde siete de cada diez de familias están en la pobreza. Es decir, el 74%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). A pesar de la situación precaria en que viven todas las mujeres trans, Thalía era capaz de mantener el optimismo.

 “Falta mucho por recorrer. Pero pienso que las nuevas generaciones, a través de todo lo que se ha ganado con el Estado, esa ordenanza que se da, esa demanda, sí va a haber justicia”, dijo en una entrevista a finales de 2021.

“Si las nuevas generaciones de chicas trans no aprovechan, es porque no quieren. Porque ya hay una puerta que les dice ‘bienvenidas’. Si para mí hubiera habido esa puerta, qué no hubiera dado. Pero no había nada más que golpes, violencia psicológica, verbal, física”.

Desde diferentes organizaciones piden justicia por el asesinato de Thalía Rodríguez.

El primer asesinato LGBTIQ+ del año en Honduras

La muerte violenta de Thalía Rodríguez se convierte en el primer asesinato de una persona LGBTIQ+ en 2022 en Honduras.

 Además, con el suceso sangriento, llega a 402 la cifra de asesinatos contra la diversidad sexual en el país desde 2009, año del transfeminicidio de la activista Vicky Hernández, cometido durante el toque de queda por el golpe de Estado que impuso al gobierno de facto de Roberto Micheletti.

 “Es indignante comenzar el año con el asesinato de un ícono de la comunidad trans”, dijo el miembro del Movimiento Diversidad en Resistencia, Eric Martínez. “Conocí a Thalía hace más de 20 años. Su compromiso y solidaridad hacia sus compañeras trans fueron muy marcados. Nunca se engrandecía por su trabajo. Al contrario, lo hacía de forma desinteresada y con humildad. Me indigna saber que la política de odio instalada por la narcodictadura siga cobrando vidas en el país y sin investigación y reparo”.

 Justicia exigen por muerte de Thalía

 Las organizaciones de defensa de derechos humanos LGBTIQ+ a lo largo del país se manifestaron por el asesinato de la líder trans Thalía Rodríguez.

 “Exigimos justicia por el terrible asesinato de Thalía Rodríguez”, escribió la Red Lésbica Cattrachas en un comunicado en su Twitter. Thalia trabajó “más de 20 años”, como «defensora de derechos humanos, de derechos de las personas LGBTI y de personas que viven con VIH”, añadió.

En cuanto a las investigaciones para dar con los culpables del asesinato de la líder trans, el portavoz policial Cristian Nolasco aclaró que “primero se hace todo el trabajo en la escena del delito y el análisis. Este caso lo llevará una fuerza nacional de delitos violentos financiada por la embajada [de Estados Unidos] para realizar una investigación rápida”.

Entretanto, la coordinadora de la Asociación de Derechos Humanos Cozumel Trans, Rihanna Ferrera, también se pronunció sobre la muerte de Thalía. “Condenamos el asesinato de nuestra compañera y líder de Cozumel Trans, Thalía Rodríguez. Exigimos justicia”, dijo Ferrera.

“Es un crimen de odio. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie. La comunidad trans está de luto. No nos imaginamos que a diez días del inicio del 2022 íbamos a empezar así”, se lamentó Ferrera.

 Por otra parte, Cattrachas señaló que el asesinato de la activista trans en Tegucigalpa “demuestra cómo el Estado de Honduras no protege a las personas LGBTI, incumpliendo la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el asesinato de Vicky Hernández”.

  “¡No puede ser! ¡Otra mujer trans asesinada en Honduras! ¡Qué mal inicio del 2022! Algo tiene que cambiar a todos los niveles, prevención, justicia y cultura”, dijo la representante de la ONU en Honduras, Alice H. Shackelford.

Cobertura cargada de odio

Los periodistas y activistas en las redes sociales condenaron las expresiones cargadas de odio por parte de los medios tradicionales que dieron cobertura al suceso.

“Si dependiera de mí, HCH no existiría. Su nombre era Talía Rodríguez, no tenía apodo ni alias, mucho menos sobrenombre, como dijo el supuesto periodista que presentó la nota. El uso de comillas deja claro que no hay respeto. Amarillistas que no saben cómo se ejerce el periodismo”, dijo la periodista Lizz Gabriela Raudales.

Por otra parte, Wendy Funes, de Reporteros de Investigación, señaló el trabajo del periodismo independiente que cuenta otras narrativas. “Hay otra forma de contar la crueldad que viven las mujeres trans sin morbo ni amarillismo, sino retratando su humanidad para dimensionar a los asesinos”, dijo.

En más de 10 publicaciones de medios tradicionales, no se le respetó la identidad de género ni el nombre asumido a Thalía Rodríguez.