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Legalicemos la igualdad del matrimonio en Bolivia


2020-08-01
https://www.paginasiete.bo/opinion/2020/8/1/legalicemos-la-igualdad-del-matrimonio-en-bolivia-263106.html
Página siete

Han pasado casi dos años desde que David Aruquipa Pérez y Guido Montaño Durán le pidieron al Servicio de Registro Cívico (Serecí) que les permita inscribir su unión civil. Y ahora el reciente fallo judicial de la Sala Constitucional de La Paz le da la razón a David y Guido y le pide al Serecí reconocer no sólo su unión, sino también su igualdad ante la ley.

El Serecí debería permitir esta unión civil porque la valiente lucha de estos dos bolivianos es la lucha de todos nosotros. “Todos somos iguales ante la ley”, esta bella frase que adorna paredes en todas las instituciones públicas y tantas instituciones privadas no es descriptiva sino aspiracional. Por que todos no somos iguales ante la ley aún. Ni David, ni Guido, ni tu, ni yo. Si todos no lo somos, nadie lo es.

Bolivia ya reconoce la igualdad de la comunidad LGBTI en otros ámbitos: prohíbe su discriminación basada en orientación sexual e identidad de género, criminaliza el discurso y los crímenes de odio contra ellos, autoriza su servicio en las Fuerzas Armadas, y permite la corrección del género legal de personas transgénero. Estas leyes son algunas de las más progresivas y vanguardistas del mundo en este tema. Por ejemplo, Estados Unidos aún no permite a personas transgénero servir abiertamente en el Ejército y la discriminación de personas LGBTI sigue siendo legal en varios ámbitos.

Pero todo esto no quita que Bolivia continúa en la retaguardia en cuanto a la igualdad del matrimonio. Junto con Paraguay, somos los únicos dos países en Sudamérica que lo prohíben constitucionalmente. Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Uruguay ya legalizaron la igualdad del matrimonio, con lo que ya casi ocho de 10 sudamericanos LGBTI viven en países que reconocen su derecho humano al matrimonio. Decepcionantemente, los bolivianos LGBTI aún no comparten esta igualdad ante la ley.

En los sondeos más recientes en Bolivia sobre este tema, entre el 24,7% y el 34,7% de los encuestados apoyan legalizar la igualdad del matrimonio. Pero estas estadísticas son un snapshot que no capturan la dirección en la que estas actitudes están cambiando. Desde una perspectiva histórica, la empatía por los derechos humanos de la comunidad LGBTI en Bolivia —medida por leyes que consagran su igualdad y las actitudes de nuestros ciudadanos más jóvenes— crece con el tiempo y de manera más rápida. Es la misma evolución de consciencia social que se ve en el resto del mundo, con particular fuerza y velocidad en Norteamérica, Europa y Oceanía.

Legalizar la igualdad del matrimonio aumentaría su apoyo público. En los cuatro años después de la legalización de la igualdad del matrimonio en Estados Unidos, su aceptación creció casi tanto como en los 15 años antes de la legalización. Lo mismo podría suceder en Bolivia. La igualdad del matrimonio no va a erradicar la homofobia y la transfobia que afligen a nuestro país, por supuesto, pero sería un importante hito en la dirección a un país más justo.

Si Bolivia es una familia, el “todos” en “todos somos iguales ante la ley” tiene que incluir a nuestros hermanos, nuestras hermanas, y nuestres hermanes de la comunidad LGBTI. El ferviente y sincero deseo de igualdad que esta frase refleja y genera debería incluirnos a todos, no importa con qué género nos identifiquemos o a quién amemos. “Todos” son toditos los bolivianos.

Legalicemos la igualdad del matrimonio en Bolivia para estar un paso más cerca a que todos seamos iguales ante la ley.

 

Juan Manuel Contreras Cardozo, Ph.D., es psicólogo social y científico de datos.