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Boy Erased no será proyectada en Brasil y genera descontento de activistas LGBT
Boy Erased, una película de Universal que aborda el tema de las terapias de conversión sexual no será distribuida en Braisil, así lo dio a conocer la casa productora por medio de un comunicado en el que explica que se debe a “razones meramente financieras”. El filme está basado en la novela autobiográfica “Gerrard Conley´s Memoir”, escrita por Gerrard Conley, la cual narra su niñez en Arkansas, Estados Unidos, de la mano de sus padres conservadores, quienes lo obligaron a someterse a una terapia de conversión sexual religiosa con el objetivo de “curar” su homosexualidad. “Universal Pictures no lanzará Boy Erased en cines única y exclusivamente por razones comerciales basadas en el costo de la campaña de lanzamiento en comparación con las ventas estimadas en taquilla”, señala el comunicado.
La decisión de la empresa de no distribuir la película en Brasil se tomó en medio de un contexto en el que el presidente de Brasil ha mostrado su oposición a reconocer los derechos de las personas LGBT. En una entrevista que otorgó para la revista Play Boy en 2011 aseguró que “sería incapaz de amar a un hijo homosexual”.
En enero, poco tiempo después de tomar protesta como presidente, Bolsonaro firmó una medida con la que se retiró a la población LGBT de las políticas destinadas a la promoción, defensa y garantía de los derechos humanos en el país.
Asimismo, Damares Alves, una pastora que ha mostrado su rechazo a lo que ella llama “ideología de género”, una forma despectiva de nombrar los esfuerzos por lograr la igualdad de género y combatir la discriminación, fue nombrada ministra de Derechos Humanos de brasil.
En uno de sus discursos la ministra dijo: “¡Atención, atención! Es una nueva era en Brasil: niño viste de azul y niña viste de rosa”.
Es por esta razón que los activistas LGBT locales mostraron su descontento, pues aseguran que una historia como esta es necesaria contar en un país en el que aún existen este tipo de prácticas y en los que la religión dominante condena la homosexualidad.
“Incluso diría que es un poco irresponsable. Particularmente en un país como Brasil, donde la terapia de conversión sigue siendo una epidemia y un problema tan grande, y en un momento en el que tiene una administración abiertamente anti-LGBT”, dijo Leandro Ramos, activista LGBT y director de programas de All Out, una asociación defensora de derechos humanos de la personas de la diversidad sexual a nivel internacional.
Con información de Reuters.
